La peatonalización clave en el centro de Oviedo que comenzará este verano

Las peatonalizaciones volverán décadas después al casco histórico de Oviedo este mismo verano. La mesa de contratación municipal acaba de proponer a Ogensa, empresa encargada de la construcción de la plaza de la Cruz Roja y la nueva glorieta de Santullano, como adjudicataria del proyecto para convertir en excepcional el tráfico rodado en las calles Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos por un importe de 1,22 millones de euros.

Se trata de un proyecto de peatonalización blanda lanzado por el Ayuntamiento a raíz de la pandemia. El objetivo de los trabajos, cofinanciados en un 80% por fondos europeos, es limitar el acceso de vehículos al eje que las tres calles conforman entre Fruela y Argüelles, permitiendo únicamente el paso de residentes, taxis y vehículos de carga y descarga en el entorno de las plazas de Riego y Porlier.

Esta transformación ansiada por el equipo de gobierno de Alfredo Canteli se ha encontrado hasta la fecha con varios escollos en el camino. El principal fueron las trabas administrativas puestas a un primer proyecto adjudicado en otoño de 2022 a la empresa Copcisa, al que Cultura puso una veintena de reparos. Este paquete de exigencias provocó la renuncia de la compañía a la obra y que el Ayuntamiento abordase una revisión exprés del proyecto.

De esa veintena de peros certificados por la administración regional hubo uno que terminó por paralizar y obligar a reiniciar el proceso de licitación. Patrimonio exigía a Oviedo renunciar al uso del granito gris e instaba a sustituirlo por una caliza rosada para "mantener la unidad compositiva del casco histórico".

El Consistorio se planteó rebatir al Gobierno de Barbón sus argumentos recordándole que el eje de Cimadevilla o el de los cuatro cantones, en la intersección entre Santa Ana, Mon, Canóniga y San Antonio, mantienen el granito gris, pero finalmente optó por evitar la confrontación. Adaptar los planes municipales al resto de peticiones de Cultura no fue problema.

Ahora, la segunda adjudicación entra en su recta final. Si no hay ningún contratiempo, la junta de gobierno votará la adjudicación definitiva de los trabajos, abriendo un periodo de trámites administrativos indispensables para poder comenzar las obras en el plazo de un par de meses. Ogensa, la adjudicataria, es muy conocida en la ciudad, pues además de construir la plaza de la Cruz Roja y estar inmersa en los trabajos de la nueva glorieta de Santullano, también se encuentra realizando los trabajos de rehabilitación del Hotel de la Reconquista.

Sin embargo, la adaptación del proyecto no salió gratis. El consistorio tuvo que adaptar los trabajos a las exigencias técnicas regionales manteniendo el mismo presupuesto. Esto conllevó renunciar a la recuperación de la farola con forma de fuente ornamental que estuvo puesta en la plaza Porlier entre 1929 y 1993. La concejalía de Infraestructuras, dirigida por el edil popular Nacho Cuesta, tenía previsto encargar una réplica, pero Cultura, en su informe, les instaba a intentar recuperar la original de los almacenes municipales, "sitio al que parece que se trasladó en 1993". Esta pega llevó al gobierno municipal a aparcar estos trabajos y evitar así nuevos informes negativos.

El proyecto propone limitar a 20 kilómetros por hora la velocidad de los escasos vehículos autorizados para usar estas tres calles. En el caso de Mendizábal, los pliegos prevén colocar un bolardo escamoteable para regular la entrada de los coches, aunque Infraestructuras afirma estar valorando la posibilidad de cambiar este sistema por otras alternativas.

Infraestructuras contempla también una segunda fase de este plan de peatonalizaciones, que afectará a Fruela y parte de la calle del Rosal, donde para evitar problemas, esta vez sí, las obras se ejecutarán con caliza gris desde el principio.

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