Hace ya 200 del nacimiento en Ceceda (Nava) del médico Faustino García Roel, un auténtico ovetense de adopción. El aniversario se cumplió el pasado 5 de mayo.

Licenciado en Filosofía por la Universidad de Oviedo, posteriormente realizó en Madrid los estudios de Medicina, convirtiéndose en un médico-investigador muy relevante en su tiempo. Orientado al estudio de la pelagra, enfermedad endémica en Asturias, García Roel recibió el premio “Rubio” por la Academia de Medicina. Perteneció a las academias de Madrid, Barcelona y Valencia, a las Sociedades de Higiene de Francia e Italia y a la de Ciencias Médicas de Lisboa. Estamos, quizá, ante una de la figuras más sobresalientes de la medicina asturiana en la segunda mitad del siglo XIX.

En Madrid, donde ejerció buena parte de su profesión, fundó la Sociedad Española de Higiene bautizada con su nombre y a la que legó una importante cantidad de dinero, instaurando premios anuales.

En Oviedo, donde pasaría los últimos años de su vida a finales del XIX, tuvo un destacado protagonismo vinculado a sociedades y organismos como la Junta Provincial de Sanidad, Médico Militar de Baños y Prisiones, miembro de la Junta Local de Beneficencia y Director del Hospital Militar. También participó en la creación de sociedades privadas tan emblemáticas como el Casino, la Fábrica de Gas y el Banco de Oviedo. Otra virtud destacada de Roel fue su acentuado filantropismo, dedicando muchos de sus recursos económicos a la fundación de sociedades médicas o la institución de becas. Su singular edificio en el solar ubicado en Santa Susana, entre las calles de Pérez de la Sala y Calvo Sotelo, donde su ubica hoy en día el instituto Alfonso II tenía muestras de estilo morisco y gótica y sobresalía por sus grandes dimensiones.

El nacimiento y fallecimiento de Roel estuvieron salpicados por la casualidad. Nació en Ceceda al coincidir un viaje de sus padres –su padre era cirujano militar– al pueblo naveto y falleció en Madrid en 1895, cuando se dirigía hacia Alicante donde solía pasar los inviernos para recuperarse de su delicado estado de salud. A su fallecimiento donó parte de su considerable patrimonio a sociedades médicas y culturales, reservando una cantidad importante –260.000 pesetas– para obras en Ceceda. En 1905 se creó en Ceceda la Fundación Roel subvencionando las escuelas y un dispensario médico. En 1908 otorga becas a maestros y veterinarios y posteriormente crea los premios “Roel” de ámbito nacional.

El 10 de julio de 1932 en su pueblo natal, Ceceda, tuvo lugar un memorable acto en el que se descubrió un busto por cuestación popular. Se recibieron donativos de toda España para sufragar el busto en los que figuraban, entre otras aportaciones, las de la citada Sociedad Española de Higiene, los Colegios de Médicos de Madrid, Valencia y Alicante, emigrantes de los países americanos y hasta una niña, nieta de Gerardo Machado, Presidente a la sazón en Cuba. Al acto asistió el Ministro Albornoz y gran parte de las autoridades regionales. Por cierto que el Ministro y el Presidente de la Diputación llegaron a Ceceda hora y media después de que empezara el acto.