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antonio masip

Con vistas al Naranco

Antonio Masip

Escuchas

Las amenazas que acarrea participar en la vida pública

“El rey Juan Carlos, bien aconsejado, puso la vela a favor del viento de la historia, pero afirmar que trajo la democracia, como un regalo personal, es un escarnio frente al cúmulo de dolor y zozobra que costó conquistarla”, Vicent, M.

Denuncias sobre escuchas siembran preocupación democrática.

En el franquismo no había móviles, temíamos por los fijos. Un personaje de Ismail Kadaré es policía de finísimo oído. A no olvidar la película “La vida de los otros”. Hubo un instante en que se creyó que la Policía oía en el interior de coches.

Denuncié dos casos. Uno en el Juzgado número 2, donde el excelente Magistrado Jaime Barrio tomó grandísimo interés. Relacioné la escucha con Guerrilleros de Cristo Rey (jovenzuelos Barthe, Tartiere…) que me explotaron bomba y violentaron también a Gustavo Bueno y a la tienda Adosinda.

Sufrí además el hackeo de Caimán, empresa de toldos, que previamente pintarrajeó la Casa del Pueblo. Cuando un etarra quemó la Amso, el cínico toldero aclaró ¡que él no llegaba a eso!

A nivel privado, tuve amenazas de nieta del bueno de Luis Estrada (q.e.p.d) por oponerme a construcción ilegal en el EO. Y me pusieron pistola en nuca en asalto que no era contra mí.

¡Firmeza en Democracia y en Controles punitivos judiciales!

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