La Vega de la esperanza

Defensa, el Principado y el Ayuntamiento han logrado un hito para el futuro de la ciudad entendiendo el polo industrial en torno a las ciencias de la salud como un proyecto metropolitano y de región

Carlos Paniceres

Carlos Paniceres

"La esperanza, columna vertebral de la vida, es una suma de ilusión por completar nuevos proyectos, de expectativas de un futuro siempre enriquecedor y de fe en trascender las propias limitaciones"

Enrique Rojas Marcos

Cuando iniciamos nuestra etapa al frente de la Cámara de Comercio de Oviedo hace ahora seis años, planteamos varios objetivos estratégicos de importancia para la región, con un papel catalizador para la Cámara de Comercio, a través de su ámbito de colaboración con las administraciones públicas.

Uno de estos proyectos relevantes era posicionar los terrenos de la antigua fábrica de armas de La Vega como un lugar generador de riqueza y empleo, tal como había sido durante su larga etapa como fábrica. En La Vega, durante años, ocurrían muchas cosas, con empleos de calidad que aportaban valor a Asturias. Nuestra pretensión era que este guion de contribución económica de La Vega a Asturias continuase.

Reclamamos que se mantuviese la actividad del lugar como lo que fue y lo conocimos, entendiendo que Oviedo y Asturias no pueden permitirse perder posición alguna en la batalla económica.

Nos daba argumentos ver que la generación de los jóvenes asturianos de estos tiempos no tiene las mismas posibilidades para poder trabajar en Asturias que nosotros o la generación que nos ha precedido. No podemos ser inmovilistas y cambiar espacios de uso al albur de crear lugares idílicos, donde si no hay empleo, no hay jóvenes, y nos parecía injusto que no aprovechemos espacios como La Vega para generar riqueza y empleo, entendiendo ahora más que nunca que necesitamos ser proactivos en este empeño, considerando que se trata de un proyecto de Asturias, siendo una pieza central de la transformación de Oviedo.

No nos resignamos a que Asturias y Oviedo sea como un decorado, sin duda maravilloso, donde detrás no haya empleo y movimiento económico.

Desde la Cámara de Comercio estamos para sumar y para aportar, rechazamos las protestas sin alternativas y la indolencia y reclamamos las propuestas y la pujanza.

Apoyamos en su día el plan que el Alcalde presentó en 2021, donde se recogía un polo industrial capaz de generar empleo en torno a las ciencias de la salud. Siempre supimos cuál es nuestro papel y estuvimos en nuestro lugar, estimulando ideas y si era necesario encontrando financiación como es el caso de los fondos europeos que ya están en marcha y destinados a la bioincubadora de alta tecnología que debe de ubicarse en La Vega.

Somos de los que piensan que este lugar no puede ser excluyente, y que pueden compatibilizarse distintos usos conviviendo sin molestarse. Más aún diría que sumando y dándole más valor, conjugándose todos en pro de reclamar para este lugar el privilegio de que genere empleo a través de empresas modernas y de vanguardia, que haya actividades culturales y lúdicas y vida a través de familias que puedan allí tener su proyecto vital, porque una ciudad necesita de todos estos ingredientes, y la vida es la esencia de los lugares.

Reclamamos permanentemente la ineludible implicación de las tres administraciones: local, regional y estatal, esenciales para configurar con solvencia los grandes acuerdos y proyectos. Fue nuestra posición permanente que no cambió en el tiempo, al contrario, se afianzó como un martillo pilón

Tuve el privilegio de escuchar de primera mano, en el acto en el que se me concedió el galardón de ovetense del año (2020), al presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, sus mensajes de unidad sin paliativo alguno para conseguir que la Vega pasase de ser la ciudad prohibida, donde la maleza hacia día a día su función de dinamitar sus cimientos, a una Vega donde la innovación y el empleo de calidad sea sus señas de identidad. Ambos se comprometieron y el tiempo los ha avalado como cumplidores de su palabra.

No cabe duda de que todo esto no puede llevarse a efecto sin uno de los actores principales –el Ministerio de Defensa–, nuestro aplauso a su ministra, Margarita Robles, que junto al presidente del Gobierno de Asturias y al alcalde de Oviedo, han logrado un hito para el futuro de la ciudad entendiéndolo como un proyecto metropolitano y de región.

Aprovechemos la investigación, desarrollo e innovación en salud como estrategia para el asentamiento de empresas con futuro, y con un ecosistema ya creado alrededor del Hospital Central de Asturias, con la FINBA como brazo armado en el pilar de la investigación. No bajemos la guardia en proseguir en esta línea y disfrutar hoy de lo conseguido.

Queda mucho por recorrer, pero ya hemos caminado juntos.

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