Las "croniquillas" ovetenses

La proliferación de reseñas en la prensa local durante el siglo pasado

Pedro Rodríguez Cortés

Pedro Rodríguez Cortés

En el pasado siglo, la mayoría de los periódicos de Oviedo insertaban una croniquilla diaria de la actividad en la capital del día anterior, tradicionalmente en la segunda página. En gran parte estas croniquillas eran anónimas (casos de "El Carbayón", el "Correo de Asturias") o se firmaban con una sola letra o seudónimo.

Recién finalizada la guerra, la croniquilla sin firma en LA NUEVA ESPAÑA se le atribuía a su director, Paco Arias de Velasco. En 1945, Luis Puente, un excelente cronista de lo local, se integra en LA NUEVA ESPAÑA y más tarde en "La Hoja del Lunes", al que se uniría desde marzo del mismo año otro destacado narrador, Luis Alberto Cepeda, con su leída sección "Nuestra ciudad" con el seudónimo "Pelayo". Seguirían otros sobresalientes cronistas como Manolo Avello con el título de "Oviedo y los dos últimos dígitos del año en curso" y Orlando Sanz ("El León riente") con su habitual crítica municipal.

En el diario "Región", ya en 1935 había una sección titulada "Ayuntamiento", donde se recogían los asuntos más relevantes tratados en la entidad. Después de la guerra surgió "Oviedo al día" y más tarde, bajo la firma de Pin Villanueva, "Oviedo hoy".

Villanueva fue un periodista de largo recorrido procedente de la redacción de "El Carbayón", desde principios del pasado siglo, pasando por "La Voz de Asturias" y recalando por último en "Región". Su crónica local recogía la vida en la calle, las quejas vecinales, la carestía de los precios o los abusos de arbitrios y estaba rebosante de crítica e ironía, completándolas siempre con el apunte y relato histórico.

Después de la guerra, en "La Voz de Asturias se insertaban títulos como "Después de la guerra" y "De la Voz de la ciudad", ambos sin firma. En los años 50, ya con la firma de E (Enrique), se publicaba la sección ovetense que en distintas épocas se tituló "Perdiendo el tiempo" y "Mirador de la ciudad". Enrique mantuvo la sección muchos años, escorándose notablemente a la crónica de tribunales. Por cierto, que en la crónica de tribunales "Región" hacía un verdadero ejercicio de imaginación con títulos explosivos como uno que decía, "No le dan el molinillo del café y lo muelen a palos" (06/07/1929)

Curiosamente el diario que más espacio dedicaba a la crónica diaria ovetense no era de Oviedo, era uno de Gijón: "La Prensa", editado entre 1921 y 1936, reservaba casi una página firmada por las iniciales F.S.E., en la que se hacia una pormenorizada relación de actos celebrados el día anterior en Oviedo, narrando la vida municipal, la universitaria, la de los tribunales, religiosa, etc. y donde aparece por primera vez de manera regular, la sección del Registro Civil con los nacidos, matrimonios y fallecidos del día anterior en el concejo.

Es inevitable la omisión de alguna otra sección local, pero las citadas han sido las más presentes en la vida diaria ovetense. El contenido de las croniquilllas, como habrá adivinado el lector, tenía mucho de crítica y de queja. El Ayuntamiento era la diana de muchas críticas con los problemas de la limpieza, la falta de iluminación en los portales, el caos de la numeración de las casas, o la ausencia de ambulancia u otros medios de transporte para los enfermos o delincuentes, usando carretillas de mano para su traslado a la Casa de Socorro o a los Juzgados, hasta bien entrado los años 50.

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