La ovetense Belén Santamaría siempre ha tenido sed de conocimiento. A sus 25 años, se considera una persona curiosa a la que le atraen numerosos campos. “Siempre digo en broma que lo que yo quiero ser es una persona ilustrada, como Leonardo da Vinci. Así que he querido estudiar de todo, Arquitectura, Filosofía, Literatura, oposiciones a bombera, etc.”, comenta. Finalmente, su amor por la montaña y la naturaleza, y sus deseos de trabajar al aire libre “entre verde, cuidando aquello que tanto aprecio”, dice, unido a que parte de su familia ha estado ligada al sector maderero, la hizo decidirse por el grado de Ingeniería Forestal y del Medio Natural, el cual finalizó con un expediente de 8,3.

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Premios Santa Catalina y Santo Tomás 2021 de la Universidad de Oviedo

Fue la mejor de su promoción, y ayer recogió el premio que otorga Caja Rural. Hace dos años se trasladó a vivir a Burgos, desde donde finalizó la carrera y comenzó a trabajar como socia en una pequeña cooperativa de agricultura ecológica. Nunca ha dejado de hacer cosas. “Siempre he estado formándome, no solo académicamente. Me parece que actualmente la palabra formación nos lleva demasiado rápido a la idea de estudiar un grado, máster, etc. y, personalmente, opino que en la vida hay que formarse en muchos otros ámbitos, especialmente los relacionados con conocernos a nosotros mismos y el ambiente que nos rodea”, destaca.