”Creo que el mayor éxito académico que puede haber es que te guste lo que estudies. A mí me gusta mucho. A veces me sentí agobiado o cansado, pero siempre lo pasé bien. Me agrada esa sensación y me gustaría tenerla siempre”. Son palabras de Emilio Fernández Viejo, quien ayer recogió, “contento y agradecido”, el premio que Unicaja Banco entrega al alumno con el mejor expediente de la Universidad de Oviedo. El ovetense finalizó el grado de Lengua Española y sus Literaturas con una media de 9.857.

Aunque reconoce que, de pequeño, cambiaba cada poco de opinión sobre lo que quería estudiar, sus largos ratos en la biblioteca de su colegio, La Gesta I, dejaban entrever por donde podrían ir los tiros. “Con dieciséis años, más o menos, decidí que quería estudiar Filología”, cuenta, “y cuando estudié el bachillerato de humanidades, mucha gente se extrañó porque creía que yo iría por ciencias”, añade. Una decisión en la que, desvela, tuvo mucho que ver uno de sus profesores. del IES Aramo de Oviedo. “Siempre me gustó mucho estudiar tanto la lengua como la literatura. En cuarto de la ESO, mi profesora de Lengua Castellana me influyó mucho y tomé la decisión de hacer el bachillerato de Humanidades. Ya allí, gracias a mi profesora de Latín, me fue gustando más todavía el estudio de la lengua. Así que puedo decir que el Aramo para mí fue fundamental, y guardo un recuerdo excepcional”.

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Premios Santa Catalina y Santo Tomás 2021 de la Universidad de Oviedo

Un sentimiento mutuo, pues fue uno de sus alumnos más brillantes. “Recibí matrícula de honor en bachillerato, y también el Premio Extraordinario de Bachillerato, que concede el Principado”, apunta el premiado, gran aficionado al cine y la literatura. No es su único hobby, pues declara que le encanta hablar de Lengua. “ Y más que hablar, escuchar. Por ejemplo, cómo entiende la gente una expresión u otra”.

En sus padres, logicamente, encontró gran apoyo y ayuda. “Mi padre estudió Filosofía y muchos asuntos de la carrera los discutimos juntos. Además, yo siempre digo que mi madre, que no estudió Filología e hizo ciencias, sería una muy buena profesora de lengua, pues tiene intuición para cuestiones gramaticales; yo suelo preguntarle”, destaca.

Su formación académica ha sido y es su prioridad. Durante la preparación del grado se dedicó a este prácticamente en cuerpo y alma, “estuve concentrado en la carrera, aunque también estudié francés”, desvela, y en la actualidad se encuentra realizando el máster en Lengua Española y Lingüística de la Universidad de Oviedo, “que está pensado para ser una especie de quinto año del Grado, una especialización en lengua española después de los cuatro años de la carrera”, dice el joven, quien no oculta su satisfacción por estudiar lo que le gusta. “Una cosa muy buena que tiene la Filología es que nunca se deja de estudiar, así que quiero seguir aprendiendo. Más adelante, también me gustaría hacer la tesis doctoral sobre gramática histórica”. En cuanto a su futuro laboral, no tiene dudas. “A mí siempre me gustó mucho enseñar lo que sé, ya desde pequeño, por lo que me gustaría poder seguir estudiando, estar en contacto con la Lengua y también con la Literatura”.