El cáncer de mama es una patología compleja a la que la doctora Estela Fernández Cuadriello, coordinadora de la Unidad de Mama y responsable del servicio de Radiología del Hospital Begoña, se enfrenta todos los días, por eso su filosofía es trabajar siempre con los mejores medios para ahorrar tiempo y radiación, pero sobre todo ansiedad y sufrimiento, a las pacientes a las que se diagnostica este tipo de tumor. De hecho, según comenta, "la tecnología para los radiólogos no es ningún capricho, si no una necesidad. El cáncer de mama es una enfermedad heterogénea que se puede manifestar de múltiples formas, pero necesitamos las herramientas adecuadas para un diagnóstico rápido y certero, que en definitiva, es lo que queremos todas las mujeres".

Por suerte, para esto ya no es necesario salir de Asturias. La Unidad de Mama del Hospital Begoña de Gijón, capitaneada por la doctora Fernández Cuadriello, cuenta con un ecógrafo y resonancia magnética de última generación a los que se les unió el pasado mes de junio el nuevo mamógrafo. Este incorpora una tecnología novedosa conocida como tomosíntesis o mamografía 3D.

Según revela la doctora Fernández Cuadriello, este nuevo mamógrafo "no sólo mejora la calidad de imagen disminuyendo la dosis de radiación, sino que como complemento a la propia mamografía, la tomosíntesis permite componer mediante planos una mama en tres dimensiones, lo que ofrece mayor precisión que la imagen convencional, pudiendo de esa manera estudiar la mama milímetro a milímetro y detectar lesiones malignas cuando apenas alcanzan algunos escasos milímetros".

Asimismo, la doctora asegura que "el diagnóstico precoz y los nuevos tratamientos han hecho que cada vez hoy más mujeres sobrevivan a esta enfermedad, disminuyendo con ello la agresividad de los tratamientos; de forma añadida, este equipo nos permite además la realización de biopsias dirigidas de lesiones sólo detectables con esta técnica, que habitualmente son de muy pequeño tamaño y no son visibles con otros métodos de imagen, lo que hace que no sólo diagnostiquemos antes la patología, sino que podamos reaccionar antes y de forma contundente".

De hecho, según afirma "la era de la digitalización y la radiología 3D nos ha ayudado a ser más certeros, y aunque el cáncer de mama es curable, las pacientes se tienen que enfrentar a tratamientos muy duros. Nuestra intención es precisamente adelantarnos y que dichos tratamientos sean mucho menos agresivos y más llevaderos para las mujeres". Por desgracia, revela, "en los últimos años estamos atendiendo a un incremento al alza de casos de cáncer de mama en mujeres más jóvenes".

El objetivo de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital Begoña es llevar a cabo los procedimientos necesarios para un buen diagnóstico en el plazo de tiempo más corto posible. "No se nos puede llenar la boca vendiendo prevención y después dejar a las mujeres varias semanas esperando por las pruebas con unos niveles de ansiedad insoportables. Hemos de resolver esto de una manera rápida y efectiva y gracias a los medios de los que disponemos en nuestra unidad, podemos hacerlo", destaca. "Hay que concienciarse de que los circuitos tienen que estar perfectamente diseñados para ofrecer soluciones y dar respuestas casi de forma inmediata", explica la doctora Fernández Cuadriello, quien, a su vez, reivindica el rol que tiene el radiólogo en el contexto de la patología mamaria , en especial, en el cáncer. "Somos los que detectamos las alteraciones, los que explicamos a la paciente los problemas que surgen en los estudios de imagen y el camino adecuado para resolver las dudas, controlando todo el proceso desde el inicio. Somos ese primer filtro que es decisivo en la estrategia terapéutica".

En el Hospital Begoña, todas las pruebas a las que se somete la paciente durante el proceso diagnostico están realizadas y supervisadas por los radiólogos especialistas en mama. Tanto es así que a día de hoy día a las pacientes se les remite ya a las Unidades de Mama desde las consultas de ginecología y cirugía para que los radiólogos especialistas estudien y valoren a las pacientes de forma individualizada, indicando las pruebas radiológicas necesarias para cada mujer según su edad, sus antecedentes personales y familiares y su historia clínica. En la Unidad de Mama del Hospital Begoña, sus responsables saben que cada mujer es única y es fundamental precisar cuáles son las pruebas más indicadas para cada una de ellas.