El último partido de Nando Yosu como entrenador del Oviedo fue muy especial. Y es que el técnico vasco se llevó a Burgos una convocatoria en la que todos los jugadores del equipo azul eran asturianos (tan solo Javi había nacido fuera de Asturias, en Zamora, aunque el Oviedo le había fichado de la cantera del Ensidesa avilesino). El resultado de aquel encuentro fue 1-2 para el Oviedo, con goles de Martín Roales y Javi Fernández.
Era la última jornada de Liga, con el Oviedo en Segunda, y ni los azules ni los burgaleses se jugaban nada. Sin embargo, ese 24 de mayo de 1981 dejó para la historia un once totalmente asturiano: Camuel, Antuña, Vicente, Ondina, Vili, Valdés, Pulgar, Manolín, García Barrero, Jaime Serrano y Martín Roales. También jugaron el mencionado Javi, que saltó al campo sustituyendo a Jaime Serrano, y José Carlos, que salió en lugar del actual entrenador del Tuilla, Adolfo Pulgar. La convocatoria la completaban los también asturianos Viti (portero reserva) y Castro.
El Oviedo acabaría esa temporada 1980-81 en décima posición, lejos de las tres primeras plazas que concedían el ascenso a Primera División. Precisamente uno de los equipos que sí logró el ascenso a la máxima categoría esa campaña fue el Racing de Santander, club del que Nando Yosu fue un mito como jugador (cinco temporadas) y, sobre todo, como entrenador (ocho temporadas).
