Tampoco las horas previas al choque ante la Ponferradina eran sencillas. Han pasado menos de tres semanas pero en el terremoto continuo en el que se mueve el oviedismo cuando se agitan las cosas parece que ha pasado un siglo. Entonces, como ahora, el clima de crispación dominaba el entorno del Oviedo. Egea había dado el portazo ante el estupor de la hinchada. Su salida había señalado a la plantilla como corresponsable (expresión de Arturo Elías) del repentino cambio en la dirección, creando un distanciamiento entre futbolistas y aficionados que hacía tiempo no se daba. A pesar del ambiente viciado en la previa al choque del aniversario el equipo funcionó. Despachó a la Ponfe con un 3-0 que describe su superioridad y el público acabó despidiendo a los azules con aplausos. A aquel recuerdo, su única victoria en tres partidos como entrenador, se agarra ahora Generelo para confiar en un desenlace similar.

Porque a nadie se le escapa a estas alturas de que la comunión entre grada y plantilla solo se mantendrá vigente con resultados. El periodo post-Egea está condicionado al juicio de los números. "Ojalá nos salga un partido tan completo como aquél ante la Ponferradina, ahí conseguimos ser el equipo que buscamos. Pero el Numancia no es la Ponfe. Plantearemos el partido en atención a las virtudes y defectos que tiene el rival", señala Generelo, el encargado de guiar la nave azul hasta el final de curso con un objetivo ineludible, el ascenso de categoría. Así lo ha establecido el máximo accionista.

"La semana ha sido corta y en los casos en los que pierdes viene mejor, porque pasa más rápida". Generelo agradece que la revancha llegue algo antes; "vamos en la dirección que me gusta para el equipo. Poco a poco trabajamos más y vamos cogiendo algunos conceptos. Pero nunca me veréis conforme, siempre voy a querer más". El técnico tiene claro, al menos así lo explica, lo que quiere sobre el césped. Lo que suceda lejos del mismo ya no es un asunto que dependa de él directamente. "La afición es soberana para expresarse. No sé qué ambiente habrá ante el Numancia pero nosotros queremos encarar el partido de la mejor manera posible y ojalá la afición se enganche con el equipo", indica.

La máxima de Generelo también se cumple esta semana: plantear el partido en función de las características del rival. Así lo expresó el técnico en la previa ante el Bilbao Athletic en lo que pareció una línea de separación con el método empleado por Egea, más pendiente de las características de su equipo. Ante el Numancia vuelve a resaltar la misma circunstancia por lo que se pueden esperar cambios en el once. "Ellos son un equipo que intenta jugar, con buenos conocimientos tácticos y un entrenador que trabaja muy bien. Plantearemos todas las posibilidades que nos podamos encontrar para que el jugador tenga la máxima información".

El cambio en el centro de la defensa, con ausencia de Verdés, es obligado, pero podría no ser el único. Tras la última sesión, reveló ayer el técnico, perfilará su once.