La historia de amor de Diego Cervero (Oviedo, 1983) y el Real Oviedo vuelve a interrumpirse. Es la tercera vez que sucede pero en ésta queda la impresión de que es la definitiva. Al menos en cuanto a la carrera como futbolista se refiere. César Martín se reunió con el delantero azul en la tarde de ayer y le comunicó en persona la decisión que había tomado la entidad. Como adelantó LA NUEVA ESPAÑA en su edición digital, Diego Cervero no seguirá en el club azul la próxima temporada. Se pone fin a la carrera deportiva de un goleador que se erigió como el símbolo en la etapa más difícil en la historia azul. Cervero es el ídolo de la etapa del barro.

La poca participación del delantero la pasada campaña (11 partidos, solo uno como titular) le dejaban en un segundo plano pero la demora en la toma de la decisión hizo que el ovetense mantuviera esperanzas de que pudiera seguir otra campaña con el equipo azul. En el tramo final de la temporada, Joaquín del Olmo se había reunido con él para comunicarle que había buena predisposición por parte del club pero que en última instancia sería el nuevo entrenador el que tomaría la decisión. Después de las reuniones pertinentes, el Oviedo ha entendido que es mejor que el equipo y el futbolista separen sus caminos.

Es la tercera ruptura entre el futbolista y el club de su vida, aunque la puerta queda entreabierta para un reencuentro futuro en otra función diferente a la de goleador. "Diego Cervero tiene las puertas abiertas del Real Oviedo para formar parte del proyecto, tal y como se le ha comunicado, en el presente y en el futuro, como símbolo que ha sido, es y será de nuestra entidad", publicó la entidad carbayona en su página web. Para entonces, los aficionados azules ya habían tomado las redes sociales con mensajes analizando la marcha del capitán.

César Martín, responsable de relaciones institucionales y encargado con Joaquín del Olmo de la dirección deportiva, fue el encargado de comunicarle la decisión ante la ausencia del mexicano, que se encuentra fuera de España. Cervero asumió la noticia y agradeció el detalle del club de ofrecerle formar parte de su organigrama pero considera que no es el momento. El ariete piensa que aún puede alargar su carrera deportiva y en los próximos días se pondrá a analizar las opciones que tiene sobre la mesa. El delantero no descarta ninguna opción, incluso fuera de España.

Cerca de sus 33 años, la carrera deportiva de Cervero vivirá sus últimos capítulos lejos de Oviedo, de su club de siempre, pero al menos se marchará con la dulce sensación de las cosas bien hechas. Firmó en el convulso verano de 2003 un contrato en blanco con el club azul, como claro ejemplo que su apuesta era firme. Prometió que no se marcharía del Oviedo hasta lograr que el equipo estuviera en Segunda B, allá por 2004, tras el batacazo ante el Arteixo en una temporada en la que, a pesar de todo, finalizó con buen sabor de boca: El Oviedo mantenía sus constantes vitales. Hombre de palabra, el delantero tardó un año en cumplir y los azules ascendieron a Segunda B aplastando al Ávila en la promoción de ascenso.

No contó demasiado en la siguiente campaña y salió del Oviedo por primera vez en el verano de 2006. Tras un breve periplo en el Oldham inglés, firmó con el Marbella, de Segunda B, sin mucha suerte. Paco Fernández le recuperó para la causa en el Lealtad y sus buenas actuaciones le valieron una nueva oportunidad en el Oviedo. Para entonces el equipo había descendido y Cervero llegó como cabeza visible del nuevo proyecto. Se trataba de regresar a Segunda B.

Falló el equipo dirigido por Carrasco en la primera intentona. Esa vez, Cervero no lo dijo pero sí lo pensó, había que ascender. Y cumplió al año siguiente: gol decisivo ante el Mallorca B en la ida y agónica tanda de penaltis.

La historia de idas y venidas le envió esta vez a Logroño. La UD sí le ofreció un contrato de larga duración, tres años, que la directiva de Alberto González le había negado. Era contrato largo o medicina. Y se fue a Logroño para demostrar que en Segunda B también marcaba con facilidad: 13, 16 y 20 goles en sus tres años en Las Gaunas. Navegaba entonces el Oviedo a la deriva, sin símbolos reconocibles, cuando fue llamado otra vez a encabezar otro proyecto. Prometió trabajar por el ascenso y esta vez lo consiguió a la tercera, con participación decisiva ante el Cádiz.

El club comunicó su salida en una nota en su web agradeciendo la entrega de todos estos años. "El Real Oviedo agradece a Diego Cervero Otero, capitán y símbolo del oviedismo en los últimos años, su profesionalidad, implicación, comportamiento y valores que ha demostrado durante el tiempo en el que ha defendido nuestros colores", explica la nota. "La entidad le ha ofrecido formar parte del organigrama del club, en esta etapa de crecimiento en la que se encuentra el Real Oviedo, pero Diego Cervero ha decidido por el momento continuar con su carrera deportiva", añade.

Cervero se tomará unos días para plantearse su futuro. Quiere seguir jugando, eso está claro, y no descarta ningún destino. El futuro también lo tiene claro. Licenciado en medicina, aún tiene pendiente el examen del MIR. Por si acaso, la puerta del Real Oviedo permanece abierta para él.