A última hora de la tarde del miércoles, Ramón Folch colgaba una foto en su cuenta de Twitter en la que se veía el coche cargado hasta los topes y encima de las maletas a su perra. "Ella también", aclaraba junto a la foto. El centrocampista catalán emprendía viaje hacia Oviedo, con mascota incluida. Ayer fue presentado como nuevo jugador del conjunto azul.

El encargado de presentarle fue Jorge Menéndez Vallina. El presidente del Oviedo aclaró antes de empezar que no respondería a ninguna pregunta sobre la actualidad de la entidad. Lo que sí explicó Menéndez Vallina es cómo se pronuncia correctamente el nombre del nuevo futbolista azul: "Ramón 'Folc', lo digo para todos, que nadie diga la 'ch' al final, que es una errata, ya me lo ha aclarado él". Dicho esto le dio la bienvenida: "Sabes a qué equipo vienes, es un equipo con una historia, una afición y una exigencia especiales".

Acto seguido le pasó el micrófono al protagonista. Folch explicó que es "de pocas palabras" y, tras "agradecer al Oviedo la confianza", aseguró que ya va "sintiendo el calor de los aficionados". "Tengo ganas de empezar a trabajar", añadió. También se definió como jugador: "Acostumbro a jugar en el doble pivote, también he jugado por delante de la defensa, en aspectos más defensivos, y estos años más ofensivos". Y es que, añadía, se adapta a "lo que diga el entrenador".

A Anquela no lo conoce, pero dice que le han hablado muy bien de él: "Sé que es un entrenador con carácter que saca lo mejor de los jugadores". En cuanto a su trayectoria, explicó que viene de abajo con la intención de llegar arriba: "Soy una persona muy humilde, que vengo de categorías muy bajas y tengo que seguir progresando". Después pisó el césped del Tartiere, saludó a los alrededor de los cien aficionados que se acercaron al municipal ovetense a recibirlo y a continuación visitó a los niños del campus del Oviedo.