Por si quedaba alguna duda, y aunque parezca una obviedad, Anquela quiere dejarlo claro. "Quiero pasar. La Copa es una competición que me produce una ilusión tremenda", explica con su habitual firmeza en la sala de prensa de El Requexón. La frase lleva implícito un recuerdo a su pasado en esta competición. Con el Alcorcón, Anquela alteró el orden del fútbol nacional cuando logró aplastara al Madrid (4-1) para rematar la eliminatoria en encuentro de vuelta: derrota mínima por1-0 en el Bernabeu. Aquella gesta, bautizada como el "Alcorconazo", sigue marcando la trayectoria del entrenador. Pero ahora toca una historia diferente. El Oviedo exige otras cosas, con la necesidad de sumar en la Liga como gran prioridad. La plaga de lesiones en este inicio de competición no dan tregua al entrenador que pronto matiza su reflexión inicial sobre la Copa: "Hay que anteponer algunas cosas a esa ilusión". En su frase hay un tono lastimoso por las lesiones. Entre jugadores en la enfermería y otros con descanso, la convocatoria está llena de futbolistas con menos minutos y chavales del filial.

La Copa queda condicionada por los elementos ajenos. Esas lesiones provocan que el técnico no quiera arriesgar con piezas maestras. Por eso se quedan fuera de la lista jugadores como Juan Carlos, Berjón o Toché. La plantilla es amplia, siempre ofrece soluciones, pero Anquela es honesto cuando se le pregunta si le preocupan las lesiones en la primera plantilla. "Claro que me preocupan", contesta sin titubear y centra su análisis en el último en caer: Hidi. "Habíamos encontrado con él un futbolista importante, que sabía lo que queríamos. Y ahora se nos cae. Ante los problemas hay que crecerse y este equipo está preparado para hacerlo".

La preocupación por Hidi parece razonable. El húngaro salió lesionado en un lance de la primera mitad y las pruebas han confirmado los peores pronósticos: sufrió una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho y en la tarde de ayer fue intervenido en la Clínica Asturias por el servicio de traumatalogía. El tiempo estimado de ausencia en los terrenos de juego es de dos meses. Una baja notable en una zona del campo ya debilitada por la lesión de Mariga en el choque ante el Almería de la segunda jornada.

Esas ausencias en la medular llevan al técnico a idear soluciones. Juan Forlín, seguramente el fichaje con más nombre de los azules en el mercado veraniego, aparece en escena. "Tenemos que cuidar a Forlín porque nos estamos quedando sin opciones en el centro del campo. Puede jugar en el medio o en la defensa, pero ahora mismo pienso en él como centrocampista. Tiene que ser un jugador importante para nosotros", indica el entrenador.

Las últimas reflexiones de Anquela en la sala de prensa apuntan a otra dirección diferente del terreno de juego. Arturo Elías, representante del Grupo Carso, anunció el martes una de las noticias más esperadas en el oviedismo, el fin de la deuda. La bombona de oxígeno que permite afrontar el futuro con la mejor de las perspectivas. Anquela lo celebra con énfasis. "Es algo inmenso. Hay que aplaudir a la gente que lo ha logrado. El Numancia lleva con la deuda a cero mucho tiempo. Igual que el Huesca. Y el Oviedo debe hacerlo, porque hay que empezar por los cimientos", explica.