Gallar, delantero del Huesca que anotó de forma pícara el tanto al Oviedo, estaba avisado de la costumbre que tenía Alfonso, meta azul, de echar la pelota a rodar por el césped antes de sacar de puerta. Así lo confesó el propio delantero en una entrevista en televisión al término del partido. Gallar aseguró que su entrenador, Rubi, le había ordenado esperar tras el meta en los saques para ver si se daba el caso que finalmente se dio, lo que confirma que fue una acción preparada y buscada, no casual.