Juan Antonio Anquela parece tener las ideas claras. El 4-2-3-1 no se toca. Al menos, de momento. El sistema empleado en Lugo, que sirvió para solventar la cita con una victoria trascendental para las opciones de los azules, podría tener continuidad en el choque del domingo (20.00 horas, Carlos Tartiere) ante el Nàstic. Al menos es lo que se desprende de la prueba efectuada ayer en El Requexón, en el ya tradicional partidillo ante el Vetusta que el entrenador suele emplear como banco de pruebas para el fin de semana.

Anquela formó en la primera parte del test con Alfonso Herrero; Johannesson, Carlos Hernández, Verdés, Varela; Rocha, Hidi; Yeboah, Aarón, Mossa; y Toché. Sobre el césped, ese 4-2-3-1 reconocible con la novedad de que Mossa adelantó su posición para actuar como extremo. En la segunda parte del ensayo, los elegidos por el entrenador fueron Juan Carlos; Cotugno, Valentini, Forlín, Christian; Folch, Mariga; Pucko, Fabbrini, Berjón; y Linares.

La curiosidad en el entrenamiento estaba en saber el estado de los tocados en la sesión del miércoles. En esa sesión Viti se fue después de completar el ejercicio inicial, mientras que Mariga, con un golpe en el tobillo, y Aarón, tras un choque con Mossa, lo hicieron en el tramo final. Viti siguió ayer al margen de sus compañeros y se complica su presencia ante el Nàstic, pero Mariga y Aarón se entrenaron con normalidad. Los dos están en condiciones de disputar el choque ante los catalanes. Podrían repetir en el once inicial del jienense. Además de Viti, el otro ausente en la sesión de ayer fue Olmes, que sigue acelerando en el proceso de recuperación para superar un esguince de tobillo que le ha impedido debutar con la elástica azul.

El equipo trabaja hoy a puerta cerrada en El Requexón a partir de las 10.30 horas. Tras la sesión, Anquela atenderá a los medios en la sala de prensa de la ciudad deportiva. Será la penúltima oportunidad para que el entrenador termine de perfilar un once que se parecerá bastante al que puso en liza el domingo.