El Oviedo se llevó un duro golpe el viernes en el Tartiere. El equipo azul perdió 1-2 ante el Valladolid, cortó una racha de dos victorias seguidas y ayer salió de los puestos de play-off. Pero, más allá del resultado, lo más preocupante para el equipo fueron las carencias que se vieron en su juego. Exentrenadores y exjugadores del Oviedo consultados ayer por este periódico coinciden en que a los de Anquela les cuesta demasiado generar ocasiones de gol, que les faltan ideas en ataque y que a algunos jugadores se les ve con demasiadas dudas.

Uno de los que lo tiene más claro es Tomás González, que jugó en el Oviedo entre 1985 y 1989, logrando el ascenso a Primera en 1988. El exfutbolista considera que uno de los grandes problemas que tuvo el Oviedo ante el Valladolid y que se ha repetido en otras ocasiones es su dificultad para generar ocasiones de gol. "Se ve a un Oviedo sin ideas, temeroso de hacer cosas. El problema a veces es que se confunde no perder el balón con no atacar. En ataque el equipo depende mucho de Berjón que, tal y como está el equipo ahora, es el único que intenta algo", añade.

Para Tomás, el problema no es el sistema, "un 4-4-2 está bien", si no que "el equipo tiene dos mediocentros muy defensivos, uno de ellos tiene que tomar la decisión de apoyar al ataque, en ese sentido ni los laterales ni los mediocentros toman decisiones. Ante el Valladolid tiramos a portería por primera vez en el minuto 65". Tomás pide a los jugadores algo más de chispa: "Es un equipo que no es que sea lento, si no que van todos a una misma velocidad, no hay nadie que sorprenda, salvo alguna subida de Saúl y de Aarón. Fabbrini el otro día no estuvo bien, no tenía la velocidad de otros partidos, y cada decisión que tomaba no le salía". El del italiano ante el Valladolid fue un caso claro de un futbolista que "quiere unas cosas cuando el equipo necesita otras".

El problema de los azules no estaría en cómo sale el balón de atrás si no en cómo llega arriba: "El Oviedo no mueve mal el balón atrás, pero cuando llega a los mediocentros se encuentra con que son los dos muy parecidos, no desplazan, no acompañan, no tiran a puerta; son demasiado conservadores", dice Tomás. Un exjugador que pide a los futbolistas "que jueguen al fútbol".

También Adolfo Pulgar, entrenador del Lugones y exjugador del Oviedo, considera que el problema de los azules está en el ataque: "No se le ve capaces de generar fútbol". En opinión del técnico de Olloniego no es lo mismo con respecto a la ofensiva "jugar con Cotugno y con Christian de laterales que con Diegui Johannesson y Mossa". Pulgar también ve en el Oviedo un problema de cabeza: "Algo no va bien, falta confianza, demasiadas pérdidas de balón. El Valladolid les ganó más por las dudas propias que porque fueran muy superiores", insiste. Tanto Pulgar como Tomás coinciden en que todo esto ni mucho menos deja al Oviedo sin opciones de meterse entre los seis primeros. "El equipo está ahí metido, aún quedan muchos puntos y en esta Segunda si ganas un partido te metes. Para nada está perdido y el equipo ya ha demostrado esta temporada que en momentos difíciles tiene casta y ambición", puntualiza Pulgar.

Pedro Luis González, el que fuera segundo entrenador del Oviedo con Antonio Rivas, considera que los problemas en ataque de los azules son conocidos y están asumidos. "El equipo sabe cuáles son sus posibilidades y sabe también cuáles son sus dificultades. Al Oviedo le cuesta mucho ganar cuando recibe goles porque le cuesta generar ocasiones. Nada que no esté visto y asumido", dice el técnico. De los tres, es quizá Pedro Luis el más optimista de todos: "El Oviedo está en una situación ideal, pero los resultados cuando no son positivos pueden dar la sensación de que el equipo va en declive. El Oviedo ha conseguido estar donde está gracias a su seguridad defensiva y probablemente el del viernes no haya sido su mejor partido; pero la igualdad entre los de arriba es muy grande. Todos los equipos de la parte alta van a perder algún partido", añadía.

El entrenador considera que en estas seis últimas jornadas no queda otra opción que insistir en la idea que ha llevado al Oviedo a optar a meterse en el play-off: "El juego por el que se apuesta es el de buscar la seguridad defensiva, lo que te obliga a asumir pocos riesgos. No tenemos esa fluidez para descolocar a los equipos que se arman bien en defensa y dependemos de la iniciativa por banda de Saúl Berjón, Aarón Ñíguez y Fabbrini. Hay que asumir esa identidad", sentencia.