El fichaje de Oswaldo Alanís es una gran noticia, para él mismo y para el Oviedo, que firma a un extraordinario jugador que le ayudará en su objetivo del ascender a Primera División. Conozco muy bien a Alanís. Lo firmé para el Guadalajara. Es un futbolista que destaca, sobre todo, por su personalidad. Su gran carrera en México, donde ha sido campeón varias veces, habla por sí sola.

En el juego, la técnica individual es su fuerte, algo que puede ser un rasgo diferencial en una categoría como la Segunda División de España. Al Oviedo le vendrá bien. Además, Alanís, pese a no ser excesivamente alto, domina con facilidad el juego aéreo y es un gran cabeceador. Nunca pierde la posición y siempre está atento al cruce desde el perfil izquierdo, su lado natural, ya que es completamente zurdo. Un rasgo poco conocido de Alanís es su capacidad ofensiva en favor del equipo. Lanza bien las faltas y también los penales, siendo un especialista en México. En Oviedo, los que no lo conozcan, se sorprenderán con su buen toque de balón pese a ser un defensa. Alanís está llamado a ser protagonista en su nuevo equipo: llega a Asturias después de unas circunstancias que no le fueron favorables y tenía muchas ofertas para regresar a México. En nuestro país es una gran figura con mucha repercusión, pero su ilusión personal era estar en España y sin pensarlo ha dado el paso. El dinero, eso está claro, no ha sido lo importante para tomar su decisión. Es una gran persona y encajará muy bien con la gran afición que tiene el Oviedo, siempre fiel, a los que siempre guardo en gran estima desde la distancia. La dirección deportiva carbayona, gente que conozco bien y aprecio mucho, ha acertado claramente con la incorporación de mi compatriota.

El plantel azul mejorará con Alanís y tendrá un arma más fuerte para intentan lograr el ascenso, el objetivo que se ha manifestado y lo que la afición ansía con ganas. El Oviedo tiene una gran plantilla y ahora debe hacer un buen equipo. Poco a poco, siempre con calma, todo lo bueno llegará, porque el Oviedo, que es un gran club, se lo merece. En Asturias viví momentos muy bonitos cuando fui jugador y me da mucho gusto que un mexicano fiche por el club otra vez. Sigo la marcha del Oviedo con atención y, ahora, le deseo todo lo mejor a mi compatriota Alanís.