Si la presencia de ultras en el estadio se mide por la existencia de las pancartas, ayer no hubo ultras en Riazor. Ni la de Riazor Blues (los hinchas radicales del Deportivo) ni la de Symmachiarii, los hinchas del Oviedo. Sin embargo, el estadio sonó estupendamente durante todo el partido, sonido de garganta, a grito pelado. Los Riazor Blues se ponen hoy detrás de la pancarta "A Coruña 1987", gritan a Jimmy y los tradicionales cánticos de Riazor Blues. Los hinchas del Oviedo están entre la afición azul, que quiere y corea a Symmachiarii como la que más. Ayer, ambas aficiones se unieron para cantar a favor de Alcoa y también, durante un momento del partido, contra el Sporting. En eso coincidieron.