La Delegación de Gobierno de Asturias en Oviedo fue ayer la sede de una de las últimas reuniones de seguridad para el derbi asturiano en el Tartiere. En la cita se insistió mucho en revisar los bajos del Tartiere de cara al derbi antes del encuentro, debido sobre todo al nivel cuatro de alerta terrorista en España. Todos los bajos del estadio serán revisados el viernes y también el sábado, el día del partido. El encuentro, declarado por la Comisión de Antiviolencia de alto riesgo, tendrá un amplio despliegue policial y los aficionados del Sporting llegarán escoltados dos horas antes. La idea es repetir el dispositivo del año pasado, en el que participaron 400 policías y varios helicópteros. Y evitar también que se encuentren las aficiones.

A la reunión acudieron representantes de ambos equipos. La representación del Oviedo la encabezó el vicepresidente Manolo Paredes y la del Sporting su homólogo Javier Martínez. También estuvieron, entre otros, la Delegada de Gobierno, Delia Losa.