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La oportunidad de ser valientes

El Oviedo tiene que consolidar la tenue mejoría que demostró ante el Sporting

La oportunidad de ser valientes

Después de la tormenta emocional del derbi llega una tensa calma con forma de equipo peleón catalán. Y, para encima, un reencuentro con un viejo amigo. El Oviedo afronta el partido de mañana contra el Reus con el doble objetivo consolidar la tenue mejoría vista en la primera parte de la última jornada, y ganar, por fin, dos partidos seguidos en casa, para que a la afición no se le acabe siempre dando una de cal y otra de arena. Entre el oviedismo parece que la euforia está prohibida. Para conseguirlo, la clave será volver a ver a un equipo valiente, como durante gran parte de la primera parte contra el Sporting, esa en la que se avasalló a rival y no se le dejó ni respirar. Ni atacó ni defendió. Pero si se vuelve a las andadas, a ser un equipo mojigato como en Riazor, acomplejado como en muchos otros partidos fuera del Tartiere y dentro de él, no habrá nada que hacer. Hay que apelar a ese espíritu del linarismo que tan buenos resultados ha dado estas últimas temporadas.

El fútbol es para valientes y el Oviedo, visto lo visto, no lo es. Por varias razones. Porque a un equipo que cada vez que vienen mal dadas es incapaz de levantar la cabeza no se le puede presuponer coraje. Tampoco se puede etiquetar como osado a un conjunto que en cuanto va ganando y tiene la oportunidad de machacar al rival se echa, de forma incomprensible, hacia atrás. Para acabar sufriendo o, peor aún, perdiendo. Así es imposible.

El del Reus parece también un partido propicio para dar oportunidades a los que tienen que demostrar que pueden tener hueco en este equipo. Vistas las bajas, sería un buen momento para que algunos chavales del filial tengan, al menos, la ocasión tener algo presencia y poder verse reflejados de verdad en el espejo de Javi Hernández. El jerezano, cedido por el Real Madrid (no hay que perder eso de vista), ha tirado la puerta abajo del primer equipo de una patada, parafraseando al bueno de Pacheta. ¿Por qué no lo pueden hacer los demás? Por ejemplo, jugadores como Borja Sánchez, Steven, Sandoval o Edu Cortina están pidiendo a gritos esa oportunidad que les saque durante unos minutos del ostracismo de la Segunda B. Del fútbol semiprofesional al profesional. Pero para eso hay que ser valientes.

Tampoco hay que perder de vista que los tres puntos contra el Reus pueden ser más importantes de lo que, a primera vista, parecen. Especialmente, porque a la vuelta de la esquina vienen curvas empinadas. Queda por ir a ver o que vengan al Tartiere los principales gallitos de esta categoría. Esos que, sorprendentemente, sí que hacen bien las cosas. Los que sacan la cabeza en esta apretada clasificación. ¿Recuerdan? Así que conviene coger aire antes de enfrentarse al Acebo o la Cubilla. O a los dos juntos.

Eso, claro, si el Oviedo quiere ser valiente. Evidentemente, si no quiere se está condenado a seguir en la misma línea que hasta ahora. La de la segunda parte del derbi o la del partido completo contra el Dépor. El futbol es para osados y llega la hora de demostrarlo.

Está difícil, pero confíen en que los de Anquela van a ser valientes.

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