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El descontento de Boateng

El ghanés medita abandonar el Oviedo en el mercado de invierno ante la falta de oportunidades - El medio no es titular desde septiembre y en los últimos dos meses disputó 76 minutos

Arriba, Boateng, ayer en El Requexón. L. CARADUJE

Hace varias semanas que la sonrisa habitual de Richard Boateng no luce en El Requexón como era habitual en los primeros meses de competición. El centrocampista ghanés del Oviedo ha perdido presencia en las alineaciones de Anquela y el futbolista pasa por un momento muy bajo de ánimo. Boateng está descontento, quiere jugar más minutos y su situación actual en el equipo (no es titular desde el mes de septiembre) provoca que esté buscando alternativas de forma inmediata.

El ghanés, a día de hoy, pretende una salida del Oviedo en el mercado de invierno en busca de un equipo con el que pueda tener protagonismo, según confirmaron en los últimos días fuentes cercanas al jugador azul. A su puerta han picado ya varios equipos mostrando interés en sus servicios - al menos uno de Segunda y algún filial de Primera que milita en Segunda B-. Boateng no se siente importante en el equipo carbayón y lo que quiere por encima de todo son minutos, pero que el futbolista busque una salida en enero no quiere decir que la desvinculación, en caso de que le llegue la oferta deseada, sea sencilla. El ghanés firmó con el Oviedo en verano por dos temporadas, y el club, que tiene una plantilla muy corta -19 profesionales-, no estaría dispuesto a deshacerse de Boateng por las buenas, no al menos sin tener atado el recambio necesario en el centro del campo. Lo que es evidente es que Boateng -que es un tipo muy querido en el vestuario- y su entorno ya han puesto la maquinaria en marcha para buscar una salida de Asturias, una situación impensable hace sólo escasos meses.

El ghanés, el primer fichaje del Oviedo este verano -el segundo en anunciarse tras Sergio Tejera-, comenzó siendo pieza clave en los esquemas del Oviedo de Anquela. Decidido el técnico por un dibujo que beneficiaba a los centrocampistas, el 4-3-3, Boateng fue indiscutible en el tramo inicial de Liga, que además contó con la ausencia de Folch hasta la cuarta jornada por problemas físicos. El perfil del centrocampista africano le aportaba al Oviedo una mezcla de físico y control de juego que valoraba mucho Anquela. Boateng fue titular los seis primeros encuentros de Liga (dos victorias, tres empates y una derrota), pero desde el partido ante el Alcorcón en Santo Domingo (2-0), sus apariciones con el equipo cayeron en picado -sólo 76 minutos desde ese día y ninguna titularidad-. En el derbi ante el Sporting, marcado a rojo en el calendario, se quedó en el banquillo sin disputar un solo minuto y en el encuentro siguiente ante el Reus, con Tejera sancionado, el elegido fue Javi Muñoz, asentado ahora en la titularidad. Ese fue el momento más duro para Boateng, al que se le nota alicaído en los entrenamientos, más apartado del grupo de lo normal y sin apenas comunicación con Anquela, algo que sí era habitual en el inicio de Liga, cuando el técnico se quedaba a parte con el jugador para corregirle movimientos tácticos específicos. Hace dos semanas, en el viaje de vuelta de Las Palmas (0-0), un partido en el que no disputó ni un sólo minuto pero que acabó con buenas sensaciones en el grupo, al ghanés se le vio bastante alejado de los grupillos de jugadores.

Boateng, un tipo muy involucrado en iniciativas sociales, -es un colaborador habitual de la ONG Asturies por África y recientemente participó junto con Ibrahima Baldé, su gran amigo en el vestuario, en una donación de camisetas-, en lo personal está muy cómodo en Oviedo y hace mucha vida en la ciudad.

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