Juan Antonio Anquela huye de ponerlas como excusa, pero lo cierto es que esta campaña las lesiones se le están atragantando al Oviedo más de lo que en el cuerpo técnico y en el club podrían pensar cuando echó a rodar el balón en julio en El Requexón. Esta semana ya han caído otros dos jugadores en vísperas además de un choque, hoy ante el Málaga (16.00 horas), trascendental para el futuro de Anquela en el banquillo carbayón. A Ibrahima, con una rotura de fibras que podría tenerle apartado más de un mes, se le sumó ayer Carlos Martínez, que se lesionó en el último entrenamiento semanal del Oviedo.

El navarro se disponía a centrar un balón en uno de los ejercicios cuando notó una molestia y paró en seco. Estuvo varios minutos sobre el césped de El Requexón parado, brazos en jarra, probando la zona muscular, pero finalmente se retiró del verde visiblemente molesto. Una hora más tarde Anquela lo retiraría de la convocatoria. Es la tercera recaída física que tiene Carlos Martínez desde que fichó por el Oviedo en el mes de julio. Un pinchazo en el aductor en agosto le hizo perderse el inicio de Liga y debutó con los azules el 11 de septiembre, en Copa ante el Mallorca. Pocas semanas después, sin haber debutado en Liga, Martínez regresó a la enfermería en una lesión de larga duración, tras sufrir una rotura de fibras en el aductor derecho y una distensión. Su regreso al equipo se produjo en el derbi ante el Sporting, el 17 de noviembre en el Tartiere (2-1) y tres jornadas después fue titular por primera vez como central derecho ante el Almería. Ahora, cuando parecía ya asentado en el equipo, le ha llegado otro contratiempo físico (está pendiente de pruebas). La de Martínez sólo es la última de una larga plaga de lesiones: hasta diez jugadores del Oviedo (incluyendo a Aarón Ñíguez, ahora en Malasia) han caído lesionados. Hay un dato alarmante, ya que en un único partido, ante el Zaragoza en el Tartiere (0-4), tuvo Anquela a todos sus muchachos disponibles para afrontar un encuentro. Berjón y Joselu, que ayer estuvieron haciendo carrera continua en El Requexón, son los que más cerca están de regresar a la dinámica del equipo. La previsión es que puedan jugar ante el Numancia el 7 de enero en Los Pajaritos. Forlín, el lesionado de más gravedad, con una fisura en el peroné, aún tardara varias semanas en volver a los terrenos de juego.