La primera parte del Oviedo en Elche se pareció mucho a la peor versión de los azules esta campaña: pocas ideas, sin apenas profundidad y un juego conocido por previsible. En la segunda parte, con el cambio de sistema y la inclusión de Javi Muñoz por el lesionado Javi Hernández -del dibujo de carrileros se pasó a un 4-3-3- los carbayones se hicieron más grandes. Al ataque llegaba más gente, el balón era del Oviedo y, aunque sin muchos excesos, los de Anquela daban la sensación de tener infinitamente más recursos que el Elche (que los tienen). Recordó, en cierto modo, a la segunda parte ante el Cádiz, cuando la aparición de Javi Muñoz fue también determinante para la victoria del Oviedo. ¿Habrá llegado el momento de la apuesta definitiva por un juego de ataque? La plantilla azul fue confeccionada en verano para priorizar el centro del campo, como sucedió ayer en Elche en la segunda parte. Los malos resultados, sin embargo, provocaron la vuelta del sistema de tres centrales. No obstante, Anquela dice que quiere jugar con dos delanteros. Hay debate en el sistema.
