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Buscando el gol para soñar

El Oviedo, con las cifras anotadoras más bajas de los últimos años "No es preocupante, son circunstancias", analiza Carlos Muñoz

Buscando el gol para soñar

En el fútbol hay factores que ni el análisis más profundo les encuentra explicación: el mejor Oviedo de 2019, el equipo que consiguió, en sólo dos meses, pasar de rondar la mitad de tabla a luchar por el play-off, es también el conjunto azul menos goleador de las últimas temporadas por estas fechas, tras 28 partidos.

El gol, componente definitorio de este deporte, además, es cosa compartida en este Oviedo. Hay varios jugadores implicados y Bárcenas y Joselu, ambos con cinco dianas, son los máximos goleadores carbayones. Sus cifras se quedan lejos de los grandes artilleros de la categoría, como Quique, del Dépor (13) o Rubén Castro, de Las Palmas (11). El "Pichichi" sigue siendo Enric Gallego, con 15 goles, al servicio ahora del Huesca en Primera División. Los de Anquela, en total, suman 32 goles a favor en 28 partidos. Poniendo el prisma sólo en el Oviedo la cifra es la más baja a estas alturas desde el ascenso a Segunda. En la temporada pasada el Oviedo llevaba 40 tantos en la jornada 28, ocho más que ahora. En la campaña 2016-2017, la de Hierro, los azules sólo habían metido dos más que en la actualidad, 34. Y con Egea, en la 2015-2016, el Oviedo había anotado 39 goles en 28 partidos. La pérdida de pólvora general no ha impedido el paso al frente del Oviedo, que se ha metido de pleno en la lucha por el ascenso a Primera División vía play-off con equipos que destacan más en la finalización: de los nueve primeros clasificados sólo el Málaga, que va cuarto, marca menos que el Oviedo: 29 tantos.

De meter goles con la camiseta azul sabe bastante Carlos Muñoz, el gran delantero del Oviedo en la última etapa en Primera División. 118 goles en competición regular como oviedista avalan al que llegó a ser internacional con España. Carlos, que ve todos los partidos del Oviedo, analiza la falta de gol azul. "A priori no es preocupante, son circunstancias del juego. Somos un equipo que no creamos muchas ocasiones y ser delantero en el Oviedo hoy en día es complicado, más aún en esta Segunda División. Estoy seguro de que hay capacidad para más, pero también depende mucho de que el equipo genere ocasiones. Ante el Lugo, por ejemplo, tuvimos dos o tres. Al resto de equipos les pasa también algo parecido", explica Carlos.

El sistema también es un factor importante para un delantero. El jienense, que se buscó las habichuelas en el área con Javier Irueta, con un perfil conservador, piensa que para que un delantero muestre sus cualidades es mejor jugar acompañado. "A mí personalmente siempre me gustó jugar con dos delanteros; uno fija a la defensa y el otro se aprovecha. De todas formas, es complicado, porque hay en juego otros factores", afirma.

Algo que llama la atención en este Oviedo es que el gol es compartido: hasta catorce jugadores han visto puerta. Nadie destaca por encima del resto. La temporada pasada Linares, que acabó como máximo ariete con 10 tantos, llevaba cinco a estas alturas, los mismos que Joselu ahora. Toché llevaba seis, los mismos con los que acabó el año. El murciano, las dos temporadas anteriores, se había destapado con 13 tantos tras 28 encuentros en ambas campañas. Joselu fue el ariete que vino al Oviedo en verano para pulir la falta de gol. Carlos le echa un capote. De arietes va la cosa: "Todo lo que corre es para agradecérselo, beneficia al equipo. Le llegarán los goles".

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