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El Requexón apuesta al azul

Representantes de los equipos de campo del Real Oviedo confían en una victoria en el derbi | Viti, que puede ser titular en El Molinón, es el modelo a seguir

El Requexón apuesta al azul

El Requexón es un recurso, un punto de apoyo, firme, que nunca va a fallar. Es ese amigo que siempre está ahí cuando se le necesita. La historia cíclica de Oviedo le ha dado a su cantera papeles más y menos protagonistas, pero si una cosa ha quedado clara es que El Requexón da la cara cuando se le necesita. Los casos de Mata, Cazorla, Adrian o Michu han servido en los últimos tiempos para que las categorías inferiores del Oviedo reclamen su sitio en el panorama internacional. Pero hay casos más cercanos, productos de la casa que se abren hueco entre los focos del primer equipo. El caso de Viti Rozada (Pola de Laviana, 1997) es el más genuino en la actualidad.

Por eso, cuando el extremo (lateral o carrilero, según lo demanda la situación) acude a la cita en las instalaciones Tensi, allí donde los futuros talentos se forjan tarde a tarde, los chavales se fijan en él. Ahora mismo, Viti no es solo un futbolista, es un modelo a seguir. LA NUEVA ESPAÑA reúne en Tensi a representantes de todos los equipos de los equipos de campo del Real Oviedo. También acude una representante de la sección femenina, una rama del organigrama que se ha unido en los últimos tiempos. En una semana tan especial, los chavales de la casa mantienen el optimismo inalterable. Todos ven victoria azul.

Viti es la referencia. Nacido en Pola de Laviana hace 21 años es el más serio candidato para ocupar la banda derecha mañana en El Molinón. Ese ha sido su puesto en las últimas semanas. Y Viti es un espejo porque, como los chavales que le acompañan en el reportaje, también a él le tocó ir subiendo peldaño a peldaño hasta la élite. Desde el Alcava llegó al Oviedo el segundo año de cadetes. Desde ahí al primer equipo, ya debutó con 19 años, al ritmo que emplea en cada acción. De ahí su apodo: "La bala de Laviana".

El ejemplo de Viti es significativo. Nunca ha jugado en El Molinón, siempre se ha enfrentado al Sporting en Mareo, y solo ha estado una vez en sus gradas. Fue en el empate del año pasado, con gol de Toché en los últimos minutos. Como un aficionado más. Esa sensación de que un chaval de la grada puede colarse en el césped y ser protagonista es el que impulsa a los chavales de abajo. Junto a él, estarán en la cita de mañana otros dos futbolistas que han pasado por las categorías inferiores: Saúl Berjón y Diegui Johannesson. Buenos motivos para seguir peleando por un sueño.

Entre los que buscan su hueco destaca Edu Cortina, seguramente el alumno más ejemplar que tiene El Requexón. Lleva tanto tiempo en la cantera que algunos entrenadores del club comentan entre risas que ha nacido allí, entre balones y petos. Con un objetivo marcado: ganarse un hueco en el primer equipo. El último escalón. Al menos, uno de sus sueños ya los ha cumplido: Cortina debutó este año con los de Anquela, en Copa (Mallorca) y en Lugo (Liga). Su padre, Falo, pudo disfrutar de su irrupción antes de que falleciera de forma repentina hace algunas semanas. Las muestras de cariño de todos los estamentos del club aquellos días pusieron de relieve el peso que tiene el centrocampista en la entidad carbayona.

Cortina, al que el Sporting ha seducido en más de una ocasión y a quien siguió el Barça en su momento, siempre lo ha tenido claro: su apuesta es al color azul. No podía ser de otra forma.

Y tras Viti y Cortina los frutos no se acaban. Están los juveniles, más cerca del primer plano. Acuden a la cita Alejandro Losada, medio centro del juvenil A, nacido en Oviedo y que afronta su sexta temporada en el club; y Pablo Miranda, lateral derecho del Liga Nacional, gijonés, en su segundo año en el Oviedo. Para Losada la jornada incluye ración doble de derbi: hoy juega en Mareo ante el Sporting en la División de Honor.

Representan al cadete Juan Cirisuelo, central o pivote ovetense, de segundo año que disfruta de su tercera campaña en el club y Pelayo Rodríguez, del B, lateral izquierdo de Oviedo en su segundo año con la zamarra azul. Del infantil A está Sergio Neira, antes de un fin de semana especial: hoy su equipo se juega la Liga contra en un partido decisivo ante el Sporting. Los dos están igualados, aunque el resultado de la primera vuelta hace que un hipotético empate favorezca a los rojiblancos. Tienen que ganar. Sergio es de Turón, lleva 7 años en el Oviedo y juega como extremo derecho. El central (también lateral) Romeo Palicio representa al infantil B. Es de Llanera y lleva en el club desde infantiles.

Los alevines son los que afrontan el encuentro con el resto de proyectos de jugadores con más ilusión. Acuden David Gallego y Enzo Pérez, del alevín A y B respectivamente. El primero es un jugador de banda izquierda nacido en Oviedo; el segundo, un media punta natural de Tenerife. En ambos casos, llevan en la entidad carbayona desde el prebenjamín, el escalón inicial. Están dispuestos a quemar todas las etapas por un sueño.

También está en la foto una representante de la sección femenina, categoría en auge en los últimos tiempos que se está integrando progresivamente, aunque aún faltan algunos pasos, en la estructura del club azul. El caso de Gema Ginés, de Gijón, es original: en apenas un año ha pasado del fútbol sala (la temporada pasada) a la Segunda femenina de fútbol once. Juega de lateral derecho, en un equipo que comparte objetivo con los chicos: estar en Primera División cuanto antes.

Todos posan para la foto orgullosos del escudo que portan en el pecho. Su cautela inicial se pierde cuando se les pregunta cómo en el derbi. Ven victoria azul. La mayoría no ha visto perder nunca al Oviedo con el Sporting. Los chavales son optimistas con el derbi. El Requexón siempre acude a la llamada.

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