La idea es pasar página cuanto antes, aunque no es tan sencillo. Cuando se pierde un derbi, las consecuencias se alargan en el tiempo. Cuando se pierde con polémica, las réplicas pueden sentirse días después. Sobre todo, en la piel de los protagonistas. Como Ibrahima, el hombre del gol que no subió al marcador. El tipo que defiende a capa y espada que el tanto era legal, que solo era un choque. Pero su análisis de la jugada es su última concesión al derbi. Toca mirar al frente. Y lo hace el africano con ambición. Hablando, ya sin tapujos, del play-off. "Si no sueño con estar entre los seis primeros me vuelvo a casa. O me busco otro trabajo", comenta con expresividad. La plantilla, una vez superada la barrera de los 50 puntos (se cuenta con los 3 de premio del choque ante el retirado Reus) y con la rabia contenida tras el derbi, ya habla de la promoción de ascenso de forma clara.

La idea de pasar página parece dirigirse también a la grada. Ayer, en El Requexón lucían dos pancartas, firmadas por el Fondo Norte, con mensajes de apoyo a Anquela y los futbolistas. "Estamos con vosotros: míster y plantilla", se podía leer en una de ellas. "Con orgullo, valor y garra hasta el final. Oviedo por todo y ante todo", decía la otra.

Es el calendario el que echa un cable para fomentar el optimismo. El Oviedo de esta temporada es un digno competidor fuera de casa, los números le avalan, pero es en su campo donde encuentra el sustento para construir una candidatura seria al ascenso. Y resulta que los tres próximos partidos se disputan en el municipal ovetense. Entre medias, los tres puntos asegurados de Reus. Deportivo, Las Palmas y Córdoba serán los siguientes en pisar el Tartiere.

A Ibrahima, sincero, no le importa quién tenga en enfrente. Solo piensa en sumar. "Me da igual quién venga. Como si tengo a Pepe y Ramos delante. Estamos para darlo todo venga quien venga. Si hay que ir con navaja, lo haremos. Tenemos un tanque como Toché, a Joselu y a mí. Podemos pelear con todo el mundo", defiende con vehemencia, antes de expresar su anhelo para lo que resta de competición: "En la vida si no sueñas, mejor no hacer nada. Y yo voy a seguir soñando con este club".

Para el Deportivo el partido no llega en el mejor momento posible. Los de Natxo González no han ganado en los últimos cinco encuentros (sin contar los tres puntos de su choque ante el Reus). La crisis se ha agudizado en Riazor. Allí ha jugado los tres últimos choques y solo ha sido capaz de avanzar con dos puntos, tras los empates ante Alcorcón (2-2) y Almería (0-0) y la derrota ante Las Palmas. Ayer, el presidente del conjunto coruñés, Tino Fernández, salió a la palestra para ratificar al técnico, Natxo González, cuestionado por la grada por los últimos resultados. "No es buen momento de juego, el equipo está atascado, entre tinieblas, pero me aferro a que es un buen grupo de futbolistas, un buen grupo de cuerpo técnico y espero que se pueda recuperar el rendimiento de otras fases de la temporada", comentó. Sobre Natxo González aseguró que "en ningún momento el consejo de administración se ha planteado nada respecto" a su continuidad en el cargo.