Cuando en 2003 Carlos Javier, el "Torito" Acuña, anotó 15 goles en seis partidos del Mundial sub15 disputado en Suecia supo que su carrera se iba a acelerar. Tanto, que apenas dos años después dio el salto del Olimpia de Paraguay al Cádiz. Ahora, a sus 31 años y un sinfín de equipos en la maleta, el paraguayo es una de las principales amenazas para el Oviedo en la delantera del Albacete.
Contaba con 16 años cuando Acuña aterrizó en España para defender los colores del Cádiz, entonces en Segunda. Su irrupción en la élite a tan corta edad le puso bajo la lupa. El Madrid se hizo con sus servicios en 2008 a cambio de 500.000 euros para foguearlo entre el filial y una serie de cesiones. En octubre de 2009 le llegó la gran oportunidad y Pellegrini le incluyó en la lista de los blancos para el choque en El Molinón. Tenía 21 años.
El paraguayo no llegó a debutar con el primer equipo del Madrid. Su aventura en España se fraguó en el Salamanca, el Castilla, el Recreativo y el Girona antes de que los Pozzo se hicieran con su pase. En su último año en tierras catalanas logró su mejor marca anotadora: 16 dianas.
El Udinese lo cedió al Watford, pero el Torito no se encontró tan cómodo en Inglaterra como en España y duró media campaña. Osasuna, Mallorca (con otra estancia entre medias en el Olimpia de Paraguay) y Numancia fueron sus siguientes destinos antes de probar en el Ratchaburi de la liga tailandesa.
El Alba le volvió a abrir las puertas de la competición española en enero de 2018. Y el Torito trata de aprovechar sus momentos. Con Manaj defendiendo la camiseta de Albania, al paraguayo le toca dar un paso adelante. Así es su rol, como segundo espada de la delantera formada por Manaj y Zozulia. La situación no le incomoda a un futbolista todoterreno capaz de rendir en casi cualquier escenario: en el Alba ha jugado 53 encuentros y solo en 15 ha sido titular.
