La plantilla del Oviedo permanece en el paréntesis competitivo como el resto del fútbol español. El trabajo se desarrolla en sus hogares, bajo las órdenes de Alberto Martínez, preparador físico. Marco Sangalli, uno de los puntales ofensivos del equipo esta temporada, se toma las cosas con calma. “Vivimos la situación con incertidumbre, pero lo llevamos lo mejor posible. Hay personas bastante más preocupadas que nosotros porque pueden perder su trabajo”, indica el extremo, en unas declaraciones facilitadas por el club.

“Intentamos cuidarnos y estar lo mejor posible, pensando que en algún momento se volverá a jugar a fútbol”, señala el vasco, que pasa la cuarentena en compañía. “He tenido la suerte de estar con un amigo de San Sebastián que trabaja aquí y estamos viviendo en mi casa. Hacemos deporte, vemos películas, vamos a hacer la compra… Pasamos el día charlando y jugando a las cartas”, indica Sangalli, que se ciñe a las órdenes del club: “El club nos ha podido facilitar material deportivo y estamos agradecidos. Nos preocupa la situación. Esta mañana leí que el alcalde de Madrid decía que no sabía cuándo iba a terminar, pero que dependía de nosotros”.