La conexión catalana Edgar-Tejera está de moda en el Oviedo. Las dudas que le surgen al técnico navarro con los nuevos jugadores de ataque, para alivio de la dirección deportiva, contrastan con su alegría por lo que le han traído en el centro del campo. La pareja de la medular, compuesta por Edgar y Tejera, parece estar engrasada a la perfección y a la espera se encuentra Aburjania, una incorporación en la que el club tiene puestas muchas esperanzas. Será un plus de calidad, pronostican en el Oviedo, mientras Mujica y Cedric intentan ganarse galones en el Oviedo actual.
Y el Cuco, receloso de los nuevos atacantes a la espera de Leschuk, aplaude la medular para esta temporada, cuya composición ha tenido varios vaivenes en el largo mercado que todavía no se ha cerrado. La mayoría de ellos relacionados con Tejera. Un peso pesado que cumple su tercer año en el club. El Oviedo tiene confianza plena en el catalán, al igual que Ziganda. Que el mediocentro lleve el brazalete de capitán a petición del Cuco pese a ser el segundo más votado por sus compañeros, no es casualidad. El inconveniente de Tejera es el calificativo que le lleva persiguiendo durante parte de su carrera: irregular. El bajón de rendimiento del futbolista en el primer tramo de Liga de la campaña pasada no pasó inadvertido para la dirección deportiva, que se puso deberes para beneficiar al catalán.
El primero, buscarle un acompañante de garantías en el doble pivote, el dibujo favorito del Cuco. Se intentó con Luis Muñoz, pero finalmente fue Edgar, también catalán. Una suerte, admiten ahora en el club. El segundo de los retos era que el catalán sintiese competencia por el puesto. La tuvo en su primer año como oviedista con Javi Muñoz y Boateng, pero apenas la notó la temporada pasada. Ese fue uno de los motivos a los que se debió su bajón, según los análisis del club. De ahí la aparición en escena de Aburjania, un fichaje que para el Oviedo no era prioritario. Pero sí muy necesario. Tejera, cuentan, ya sabe que tiene competencia de la buena por el puesto. Además, con Edgar al lado, también tiene un escudero de garantías. Como sucedió con Luismi, que llegó en enero. La casilla de crear un ecosistema favorable a Tejera ya la ha tachado el Oviedo, para alegría de Ziganda. La rápida adaptación de Edgar es la otra buena noticia del centro del campo. Llegó en buena forma para competir después de hacer la pretemporada con el Betis y tras unos pocos entrenamientos fue titular en pretemporada. Estudiante de Periodismo, se ha integrado a velocidad de vértigo en el vestuario y ha hecho muy buenas migas con Obeng. Tejera promedia más de tres recuperaciones por encuentro y da más de 27 pases. Edgar, varios metros por detrás, recupera 5 pelotas por partido y da 36 pases. En balance, el Oviedo ha pasado de tener a Edu Cortina y Lolo a contar con Edgar y Aburjania.
Una base sólida en el centro del campo es la mejor noticia en el Oviedo mientras los goles no lleguen. Así lo cree Tomás González, voz autorizada en el oviedismo y uno de los grandes pilares en el centro del campo que tuvo el club azul en la época de los noventa (1985-1988). "La pareja Edgar Tejera me está sorprendiendo gratamente en este inicio. No se nota que apenas se conocen, se complementan bien entre los dos y además con el paso de las jornadas irán a mejor", explica el madrileño. Tomás tiene clara la definición de Edgar: "No es un Luismi y se debe partir de esa premisa. Edgar aporta voluntad de trabajo, disputa y pelea y Luismi tenía más experiencia y colocación, pero menos altura. No se pueden comparar, pero para el Oviedo ha sido un claro acierto".
Tomás también recalca el buen inicio de Tejera. "Ha empezado muchísimo mejor que el año pasado. Ya acabó bien la temporada, pero en estos tres partidos ha dado un paso más hacia adelante. Ahora tiene una función más estática por la idea que tiene el Cuco, pero lo está haciendo bien. Seguro que a él le gustaría acercarse más al área, pero el Cuco pide otras cosas. A Aburjania todavía tenemos que verlo", finaliza el exjugador.
