La plantilla del Oviedo trabajó ayer en El Requexón, con Borja Sánchez y Blanco Leschuk ta menor ritmo, haciendo carrera continua, una práctica habitual en los primeros entrenamientos de la semana. Los dos deberían estar en perfectas condiciones para recibir al Rayo.

Para Ziganda, la semana exprés servirá para probar el Oviedo que quiere formar para tratar de frenar al Rayo. En Gerona, el equipo recuperó el 4-2-3-1 que ya había tomado forma en Albacete, en un choque marcado por las dos expulsiones que dejaron el ensayo en inacabado. De cara al duelo ante los madrileños, la duda reside en si Ziganda dará continuidad a la línea de tres media puntas o si regresa al dibujo con dos delanteros, el que más resultados le ha obsequiado desde que aterrizó en Asturias en la recta final de la pasada campaña.

Lo que sí parece claro es que habrá cambios en el once. Arribas, el gran damnificado en el partido en tierras catalanas es de los que apunta al once. El madrileño había sido indiscutible hasta que la roja en el Belmonte le apartó del equipo y el Cuco decidió mantener a Christian en su lugar. Ahora, podría regresar. Otra cuestión que debe gestionar el entrenador es la advertencia de sanción que pesa sobre Edgar: El pivote cedido por el Betis vio ante el Girona su cuarta amarilla de la temporada.