Le costó al Oviedo con la efusividad de un Coria que, aunque equipo de Tercera, contaba con un factor fundamental: el apoyo de su gente. Novedad ayer, con presencia de algunos aficionados azules también en La Isla. Pero el olfato de Mujica, delantero inédito hasta la fecha, fue suficiente para dar el paso a los de Ziganda a la siguiente ronda de la Copa.

Al Oviedo le costó entrar en el partido, atenazado ante el ímpetu de un equipo local que prefirió esperar en su terreno de juego a ver la propuesta azul. Ziganda renovó el once, con Edgar y Christian como únicos titulares habituales y un equipo repleto de caras nuevas. Y como parece lógico costó conectar.

Mujica estuvo especialmente activo en el ataque, acompañado por Viti, mientras Riki se ubicaba en la derecha, posición algo novedosa para él.

Tras un par de intentos de Mujica, el segundo muy claro, que ponían de manifiesto el dominio azul, aunque sin especial peligro, llegó el golpe de los locales. Fue un saque largo del portero y una disputa perdida por Christian los que pusieron a Chema en ventaja. El atacante centró al área e Iván Fernández embocó, libre, en el segundo palo. El 1-0 fue festejado con júbilo por la afición del Coria.

El Oviedo trató de asumir el golpe a través de la posesión, reacción natural. Y empezó a acorralar al Coria en su campo. Cuando el partido se aproximaba al descanso, dos chispazos azules cambiaron por completo el panorama. En el primero, minuto 40, Viti culminó una gran jugada colectiva con un disparo raso. En el segundo, un minuto después, Mujica estrenó su cuenta goleadora a pase de Riki. Al descanso, el Oviedo se había evitado de un marrón gracias a una reacción en la que mostró su capacidad para dañar a las defensas rivales.

El partido se enredó aún más cuando, a los 56 minutos, el Oviedo mostró que sus problemas a balón parado también se exportan a la Copa. Mahillo remató un córner libre de marca en el área para batir a Brazão. El Oviedo pareció acusar el golpe, con menos llegadas que en el primer acto. Pero aún le quedaba por lucir pegada.

La acción que definió el choque llegó a los 76 minutos. Viti, uno de los destacados, ganó a su par en la derecha y centró de forma precisa al área, donde emergió Mujica para, con el interior del pie en un buen gesto técnico, lanzar a la red.

El 2-3 acabó con la resistencia del Coria, que peleó cada balón pero sin acercarse al área de un Brazão que vivió los últimos minutos con tranquilidad.