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El análisis por líneas de la primera vuelta del Oviedo: la defensa

Mismos hombres, menos goles: el análisis del papel de la defensa del Oviedo en la primera vuelta

La zaga del Oviedo, que no se reforzó en verano, encaja diez tantos menos que el curso pasado

Arribas, ayer durantre el entrenamiento del Oviedo. REAL OVIEDO

Fue la línea que más quebraderos de cabeza trajo el curso pasado y en verano no sufrió ni un solo retoque. Son los mismos hombres, pero conceden menos. Mucho menos. Un dato lo avala: el Oviedo ha encajado hasta la fecha 22 goles en 21 partidos. El curso pasado habían sido 32 en los mismos encuentros. Esa fue la losa que, según los análisis del club, explicó el coqueteo con el descenso durante todo el año. La defensa del Oviedo ha mejorado. Como el equipo, se sitúa en la zona media: el equipo azul es el séptimo que menos encaja.

El año de consagración de Juanjo Nieto.

Juanjo Nieto comenzó su andadura en el Oviedo con mucho en contra. Incluso el Tartiere se le echó encima. Pasó a ser el tercer lateral de la plantilla. Sangalli, extremo, jugó por delante de él en alguna ocasión. Aquel partido en Albacete de la primera vuelta supuso un cambio total y ahora el castellonense es insustituible para Ziganda. De hecho, la preocupación que recorre el club y que también tiene presente el técnico es su futuro: Nieto acaba contrato en junio y desde enero es libre para negociar por otro club.

Lucas encuentra sitio en la izquierda.

El canterano del Oviedo puede estar bien agradecido a Ziganda. Ha sido el técnico navarro el que más fuerte ha apostado por él. Esa confianza y su propia voluntad de no abandonar el club hace ahora un año han sido las claves de su papel actual. A banda cambiada, Lucas es ahora el comodín de Mossa. El ovetense ha jugado ya 11 partidos como titular: uno más que en todo el curso pasado.

Carlos Hernández se lo volvió a ganar.

El jienense tuvo la oportunidad de irse al fútbol rumano en el mercado de verano. El club paró la operación. Carlos se lo pensó viendo la competencia que tenía por delante: Arribas y Grippo habían acabado el curso como indiscutibles. Los vaivenes atrás en forma de lesiones provocaron que regresase al once tras varios partidos sin participar: aprovechó su oportunidad y Ziganda le dio cuerda. Luego bajó el nivel y una lesión le volvió a apartar del once. En 2021 lucha por volver a ganarse una plaza.

Christian Fernández, a cinco partidos de renovar.

Es el defensa más veterano y el que a priori más difícil lo tenía en verano. Su contrato finalizó y el club le ofreció renovar con una importante disminución de sueldo. El cántabro aceptó –“fue muy listo”, recuerdan en el club– y lo que a priori parecía como un curso en la recámara se tradujo en un claro protagonismo: es el central más utilizado, solo superado por Arribas. Si juega otros cinco partidos renovará automáticamente con el Oviedo por una temporada más.

Arribas, el capitán.

Es el capitán sin brazalete. Empezó como indiscutible, perdió el puesto por varios errores y ha empezado 2021 con protagonismo. Es el defensa en el que más confianza tiene depositada el club.

Grippo, esperando para volver.

Aquella evitable expulsión ante el Logroñés en octubre le salió muy cara a central. Desde entonces, lesión mediante, solo ha jugado dos partidos de titular. Es de los jugadores más valorados en el vestuario y lucha ahora por recobrar la confianza del Cuco.

Mossa, en busca de su mejor versión.

El lateral, uno de los primeros en firmar la reestructuración salarial de Arnau, se ha visto sin competencia natural por primera vez desde su llegada a Oviedo. Acabó el año en una de sus mejores versiones tras una primera vuelta muy irregular.

Diegui, la historia repetida.

El canterano vive lo mismo que el año pasado. Le quieren dar salida, pero no aparece la oferta deseada. Lo positivo para él es que no es ni mucho menos un estorbo para Ziganda. El técnico valora su trabajo y su actitud.

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