Cada uno tiene una historia diferente con el Oviedo. La de Boateng, breve. Intensa a pesar de ser solo un año la de Ortuño. La de Tejera es la de más continuidad: tres años y un brazalete como símbolo de su paso por el Carlos Tartiere. Hoy los tres regresan a la que fue su casa con roles diferentes en los planes de Carrión.
Sergio Tejera (Barcelona, 1990) es un fijo en la medular del Cartagena. Ha disputado los cuatro partidos de Liga desde el once inicial, aunque fue sustituido en todos ellos. Tejera es el encargado de armar la jugada ofensiva de los de Carrión, con Bodiger, acompañante en el doble pivote, más pendiente del equilibrio del equipo.
Tejera llegó este verano a Cartagena tras no fructificar su renovación con el Oviedo. Él mismo manifestó esta semana en LA NUEVA ESPAÑA su intención de seguir de azul, pero Rubén Reyes optó por otro perfil de futbolista. A sus 31 años busca seguir haciendo carrera en Segunda.
Alfredo Ortuño (Yecla, Murcia, 1991) apunta a gran novedad en el once cartaginés después de cuatro jornadas en las que ha iniciado desde el banquillo. En todos ellos, sin embargo, ha tenido participación. Su mejor actuación llegó la semana pasada cuando un cabezazo suyo, a los 93 minutos dio el triunfo a los de Carrión ante la Real B.
Ortuño dejó buenas sensaciones en su año como azul, la campaña 2019/20, cedido por el Albacete. Anotó 14 goles, llegando a liderar la tabla de máximos anotadores en el inicio. El año pasado regresó al Albacete, donde vivió una mala experiencia: 7 goles y un descenso.
Richard Boateng (Accra, Ghana, 1992) ha sido uno de los damnificados por Carrión tras las dos primeras derrotas, en las que el africano fue titular. En los dos últimos triunfos, ayudó a los suyos desde el banquillo.
Boateng pidió salir del Oviedo cuando, en la campaña 2018/19, se veía con poco protagonismo en los planes de Anquela. Recaló en el Alcorcón, con buenas actuaciones durante dos temporadas y media, y este verano se comprometió con el Cartagena.
