El Oviedo es especialista en revivir goleadores. Los números no mienten. Toché, puro remate, había marcado ocho goles en dos temporadas antes de firmar con los azules. ¿El resultado? Diecisiete dianas en su primera temporada en el Oviedo (2015-2016) y otras tantas en la siguiente (2016-2017). Ortuño, un caso parecido, murciano como Toché, firmó por el equipo carbayón tras varios años buscando los goles perdidos. En las dos temporadas anteriores había metido tres. En el Oviedo logró 15. La historia se repite para satisfacción azul con Borja Bastón, el delantero de moda en Segunda, “pichichi” compartido con otros cuatro jugadores y fichaje de quilates del verano.
Bastón, madrileño de 29 años, consiguió el domingo su primer doblete como oviedista.
Dos tantos con la testa y bajo la lluvia que sirvieron para darle al Oviedo su segunda victoria consecutiva, arrimarlo al play-off y sacar de la zona de peligro a Ziganda. Lleva cuatro jornadas consecutivas anotando gol. Algún miembro del club bromeaba en las últimas horas sobre la situación del equipo todavía con la emoción propia de una victoria sobre la bocina: “El Cuco le debe el puesto a Bastón”. El delantero llegó a la cita ante el Málaga tras igualar sus registros de las últimas temporadas.
Ahora ya los ha superado. El madrileño no conseguía anotar siete tantos, su marca actual, desde la temporada 2015/2016, con el Eibar en Primera División. Ese curso Bastón compartió vestuario con Saúl Berjón, exoviedista, actualmente en las filas del Burgos. En el club se palpa el orgullo por el fichaje “diferencial” del verano, un ariete que, curiosamente, fue el primer delantero por el que suspiró el Oviedo en su vuelta a la élite.
Carmelo del Pozo, por aquel entonces secretario técnico del Oviedo, se interesó en hacerse con sus servicios en el verano de 2015. Bastón había metido 22 goles con el Zaragoza en Segunda División y el Oviedo aspiraba a mantener el bloque de Segunda B e invertir en varios puestos claves. Cuentan quienes participaron en aquellas conversaciones que el madrileño veía con muy buenos ojos la opción del Oviedo. El club azul no pudo llegar a las cifras de su salario.
El sueldo máximo que el Oviedo se podía permitir por aquel entonces eran unos 500.000 euros anuales. El caché de Bastón rondaba el millón. No hubo manera. Al final a la nave azul llegó Toché y Bastón firmó por el Eibar, de Primera. Y el resto es historia: 18 tantos con los armeros, rivales mañana del Oviedo en Ipurua y una cuesta abajo en los números del madrileño: Swansea, Málaga, Alavés, Aston Villa y Leganés. Hasta ahora.
Bastón tiene un reto a corto plazo: igualar los registros de los goleadores azules de los últimos años, Ortuño y Toché. Al anterior, Blanco Leschuk, ya lo ha igualado en solo 13 jornadas. Mañana Bastón, que podría descansar en Ipurua y salir desde el banquillo, tendrá enfrente al argentino y puede que también a Stoichkov, que lleva también siete tantos. Rubén Castro (Cartagena) y Shadiq (Almería) también suman esos goles.
