El Tartiere intentó maquillar el bajonazo con gritos de ánimo, pero lo que iba a ser una fiesta acabó en dolor de cabeza. El Oviedo empató ayer ante el Eibar (1-1) –otra vez al final, como en la derrota de la primera vuelta en Ipurúa– en un muy buen partido de los de Ziganda, con una puesta en escena casi perfecta y varias ocasiones, pero un golazo armero de Tejero en el minuto 87 chafó una noche que pintaba muy bien. El fútbol fue injusto. Poco más pudo hacer el Oviedo para ganar. Así se puede empatar.
El equipo, con seis caras nuevas una vez superado el covid, firmó una primera parte perfecta. Las ocasiones se contaron por puñados. Guiado por un genial Brugman, el hombre para todo de este Oviedo, los azules salieron eléctricos. El uruguayo estaba de vuelta y él comandó a un equipo valiente. Vertical y preciso en el pase, lo que faltó tantas veces atrás. Decidido. Ganador. Al Tartiere le gustó de lo lindo la puesta en escena. Cada pase bueno, un rugido. El primer aviso fue de Sangalli tras un centro de Brugman. No habían pasado ni diez minutos y el Oviedo se desmelenó. Carlos Isaac, que va a más, tiró fuera, pero el Tartiere se calentaba por minutos. Poco después fue Viti el que probó suerte tras la enésima decisión buena de Brugman. Después tiró Costas. El Oviedo era un vendaval.
En un córner posterior, el propio Costas se elevó sobre todos para cabecear a la red un envío milimétrico de Cornud. 1-0. Fiesta un lunes de noche. El Oviedo olía sangre ante un menguado Eibar y fue a más. Brugman tiró desde lejos, su disparo tocó en un rival y Joel se esmeró para sacar el tiro fuera. Poco después, Calvo tuvo el 2-0 en su cabeza. Volvió a salvar Joel. El Eibar estuvo grogui por momentos. El exazul Fran Sol remató con peligro, pero estaba en fuera de juego. Ni rastro del ataque armero, tal vez menguado por la baja por sanción de Blanco Leschuk, que no pudo regresar al Tartiere. Solo hubo un inocente tiro a puerta visitante, mientras que Carlos Isaac volvió a probar suerte con un zambombazo justo antes del descanso.
Las notas: EL MEJOR, BRUGMAN
Femenías
APROBADO
Tuvo poco trabajo
y se mostró seguro.
Carlos Isaac
NOTABLE
Muy activo en la banda derecha, realizó varios tiros peligrosos.
Costas
NOTABLE
Metió el primer gol con un gran cabezazo y lideró la defensa.
Dani Calvo
APROBADO
Seguro en el corte, su
presencia es una garantía atrás.
Cornud
NOTABLE
Se incorporó con peligro y dio una asistencia.
Jimmy
APROBADO
Estuvo correcto en el corte y
jugó fácil todos los balones.
Sangalli
APROBADO
Estuvo atinado con el balón. El Oviedo necesita su mejor versión.
Viti
NOTABLE
Aportó movilidad por la izquierda y siempre creó peligro.
Obeng
APROBADO
Se fajó en la presión y su trabajo fue recompensado con una
gran ovación.
Bastón
APROBADO
Estuvo listo y jugó con
criterio, pero tuvo pocas
oportunidades de gol.
Pombo
APROBADO
Derrocha calidad y cerca
estuvo de anotar un tanto
en el último minuto.
Mangel
APROBADO
La segunda parte comenzó con un Eibar más dominador y el Oviedo diez metros más atrás. Un gesto se repetía en la grada del Tartiere: mano agitada y al grito de “¡más para arriba!”. Las pulsaciones habían bajado, pero se elevaban a golpe de contra azul, un recurso por explorar. Sangalli estuvo cerca de enganchar una clara ocasión. El equipo azul estaba seguro. Garitano hizo un triple cambio y sacó su mejor arma: Fernando Llorente.
El partido bajó de revoluciones, lo que le convenía al Oviedo. Salvo algún tímido acercamiento del Eibar, nada. Calma azul, pero pelín de conservadurismo general. Ziganda hizo dos cambios. Salieron Pombo y el canterano Mangel, que debutó. Se fueron Sangalli y Obeng entre aplausos. Hubo cambio de esquema del 4-4-2 al 4-3-3. Faltaban quince minutos y el Oviedo miraba el reloj. Llorente tuvo la más clara para el Eibar en un remate de cabeza. Jirka entró por Viti, aclamado. Justo después el debutante Mangel tuvo el 2-0 con un remate de cabeza tras un córner que sacó el portero.
El Oviedo intentaba ganar metros y el Eibar lo dejaba en manos de los centros buscando a Llorente. Fran Sol remató de volea y Femenías detuvo. Pequeño susto entre la niebla, aunque faltaba el “sustazo”. Quedaban tres minutos y Tejero lanzó un misil por la escuadra de Femenías. Un minuto antes Ziganda había dejado al equipo sin referencia arriba, dando paso a Montiel y a Lucas por Bastón y Brugman. Bajonazo, aunque el Oviedo intentó ir para arriba. Pombo lanzó un zambombazo en el último minuto que sacó Yoel. Al final, 1-1.