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Talismán Diegui: logra su tercer ascenso a Segunda División

"Sabíamos que jugar en casa le podía pesar al Dépor", dice el exoviedista, que regresa al fútbol profesional con el Albacete

Johannesson LNE

A sus 28 años, Diegui Johannesson es un consumado especialista en la banda derecha. Y también en ascensos. Aún convaleciente de la rotura de ligamentos que sufrió el pasado marzo, al de Villaviciosa le tocó un papel externo en el increíble triunfo del Albacete el sábado en Riazor. Los manchegos se jugaban el ascenso a Segunda ante el Deportivo frente a la afición gallega. Además, no les valía el empate al final de los 120 minutos. A 8 del final, un testarazo de Jordi Sánchez suponía el 1-2 que le daba el ascenso más sorprendente de la temporada a los del Carlos Belmonte. Fue suficiente para cerrar la tercera subida de escalón del lateral hispano-islandés.

Juan Marcelino Fernández, Óscar Ruiz y Diegui Johannesson, el sábado en Riazor. | D. J.

«El míster (Rubén de la Barrera) nos dijo en la previa que debíamos estar tranquilos y que jugáramos con humildad. Que estábamos a un partido de lograr el ascenso. Sabíamos que con el empate ellos podían ponerse nerviosos», señala Johannesson, presente en la charla previa. «Creo que a ellos les pudo pesar la situación. Al final, nos benefició jugar en su estadio», añade.

El Albacete fue fiel a su estilo desde el primer momento, con el también exoviedista Riki actuando en el doble pivote, claro ejemplo de una propuesta que mira al arco rival. El Dépor se adelantó y el Albacete igualó avanzada la segunda mitad. Ahí empezaron a jugar los nervios. «Les pesó el resultado y empezaron a cometer imprecisiones que no habían mostrado antes. Sabíamos que llegaría nuestro momento», subraya Diegui.

Y ese momento llegó a los 112 minutos. «¿La celebración? Me volví loco. Salté al campo, me caí… Casi me vuelvo a lesionar», recuerda Johannesson entre risas. A partir de ahí se jugó muy poco y el Albacete abrochó un triunfo que suena a pelotazo.

Para el ex del Oviedo es el tercer éxito de esta magnitud. El primer ascenso le tocó en un papel más secundario. Fue en la 2014/15 cuando Egea le hizo debutar con el primer equipo del Oviedo como recurso en la banda derecha. Acabó el curso participando en 11 partidos y más de 700 minutos. Le sirvió aquello para catar el fútbol profesional y hacerse un hueco en el primer equipo azul.

"De las primeras cosas que pensé es que ojalá el Oviedo-Albacete no se juegue al principio de Liga y así me dé tiempo a recuperarme del todo y volver al Tartiere. Sería algo muy bonito"

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En la temporada 2019/20, ante las pocas posibilidades de minutos, Diegui se fue cedido al Cartagena, en Segunda B. No le costó entrar en el equipo dirigido por Borja Jiménez y se hizo con la derecha. El Cartagena acabó ascendiendo a Segunda en unos agónicos penaltis ante el Atlético Baleares. En Riazor, esta vez desde la grada por su grave lesión en la rodilla, el internacional por Islandia sumó su tercer triunfo de esta magnitud. «Los tres tienen su historia pero este ha sido el más difícil de todos, por las circunstancias que rodeaban al partido: todo parecía indicar que estaba preparado para el ascenso del Dépor. Pero nunca dejamos de creer», analiza.

Ahora, el deseo es doble. Por una parte, recuperarse de la lesión, de la que avanza a buen ritmo. Además, poder volver al Tartiere con la camiseta del Albacete. «De las primeras cosas que pensé es que ojalá el Oviedo-Albacete no se juegue al principio de Liga y así me dé tiempo a recuperarme del todo y volver al Tartiere. Sería algo muy bonito», dice desde Albacete, mientras sigue recuperándose de su tercera resaca postascenso.

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