El Oviedo hizo oficial esta tarde la esperada marcha de Pierre Cornud, que deja el club azul antes de tiempo y pone rumbo al Maccabi Haifa, de la Liga de Israel. Su marcha se ha desatascado después de superar el conflicto entre las dos partes por la marcha de Cornud a pasar reconocimiento médico sin tener el pertinente permiso del Oviedo. El Maccabi se disculpó con el club azul y la operación se desatascó en las últimas horas.

La marcha de Cornud se produce en forma de cesión, ya que el galo tenía contrato en vigor con los azules hasta 2023, aunque el Oviedo percibirá dinero por su adiós y no tendrá que aplicar el convenio de acreedores vigente, por el cual debe destinar parte del dinero de un hipotético traspaso a los deudores. De esta forma, el club azul esquiva el citado convenio, que expira en 2023.

La marcha de Cornud tiene efectos directos sobre la configuración de la plantilla, ya que el Oviedo deberá firmar un nuevo lateral izquierdo y de momento espera la llegada de Pomares, que está libre tras dejar el Tenerife y está cerca de llegar al club. Pomares podría no ser el único lateral izquierdo que fiche el Oviedo ya que Mossa, el otro defensa zurdo, acabó ayer su vinculación con el Oviedo y por el momento no había recibido ninguna oferta de renovación. El valenciano se mostraba a disposición del club, dispuesto a continuar en el Oviedo en el caso de que se optase por otra ampliación. Sin embargo, no parece que Mossa entrase en los planes de Bolo, técnico azul. De confirmarse el adiós del valenciano cinco temporadas después, el club peinaría el mercado buscando otro lateral izquierdo de perfil más ofensivo que Pomares.