El Oviedo convive con una plaga de lesiones desde el inicio de Liga –una por jornada– que está alterando los planes de Bolo. Una de las líneas más afectadas es la defensa azul. Costas, Miguelón y Pomares tuvieron problemas. Ya están de vuelta. Ahora es Dani Calvo, titular indiscutible en la defensa, el que está entre algodones por unas molestias musculares que ha tenido en los últimos días. El central, pendiente de conocer el alcance de su dolencia, no está por el momento descartado para recibir mañana al Cartagena en el Tartiere (18.30 horas), preocupa en el club por su estado físico, más aún teniendo en cuenta el historial de lesiones del equipo de Bolo en lo poco que va de temporada.
Calvo ensayó esta semana en el teórico equipo titular, junto con Costas. Las molestias aparecieron después del entrenamiento del jueves. En esa sesión la defensa fue la formada por Miguelón, Costas, Calvo y Pomares. Tarín, según ese esquema, esperaría en el banquillo. Ahora, Calvo es duda, aunque todavía no se le puede descartar, y en caso de que no pueda jugar ante el Cartagena lo lógico es que Tarín forme con Costas. Calvo se ha hecho con el liderazgo de la defensa mientras ha durado la baja de Costas. Junto con Tarín ha formado una pareja de centrales casi inexpugnable. Con Costas de vuelta, Bolo tiene un dilema.
El central gallego parece estar en un buen estado de forma física después de recuperarse de su lesión. Todavía no ha debutado, pero está llamado a ser –otra vez– el líder de la defensa carbayona.
La otra opción, con menos posibilidades, sería Luengo, sobre el papel el cuarto central, como lo fue el curso pasado Christian Fernández. El entrenamiento programado para esta mañana, a las 10.30 horas, será determinante para saber si Calvo puede estar listo para el partido. La defensa, sea como sea, es uno de los focos principales de competencia. Lucas y Miguelón se disputan un puesto en el lateral derecho. El alicantino formó el miércoles y el jueves con los titulares y la decisión está pendiente de Bolo.
