En El Requexón, en las últimas semanas, se repite un detalle llamativo. Bolo se acerca a Borja Bastón, el mástil del ataque carbayón y capitán desde esta temporada. La escena es sobre todo muy gestual: ánimos y muchas palmadas a la espalda del maestro al alumno. "Los goles llegarán", le repite el bilbaíno, que antes de recibir al Ibiza ya le dijo que metería más de 20 goles. El objetivo del entrenador del Oviedo es meridiano: recuperar la mejor versión del delantero. El Oviedo lo necesita como el comer.
El madrileño tendrá hoy la oportunidad perfecta ante el Cartagena (18.30 horas, Movistar) de resarcirse tras cuatro jornadas sin mojar. Desde que es jugador del Oviedo, su sequía más larga ha sido precisamente esa marca: cuatro partidos. Le sucedió el año pasado dos veces. A la quinta fue la vencida.
"Borja está como un titán, fuerte y rápido, y los goles van a empezar a caer. No hay ninguna preocupación, tiene máxima motivación para hacer una temporada mejor que la del curso pasado", dicen en el entorno más cercano del delantero, cuya implicación no se discute en el Oviedo. Por supuesto, tampoco su puesto de titular. En la revolución que planea hoy Bolo, otra más, Bastón tiene el sitio garantizado salvo sorpresa mayúscula.
El madrileño formará pareja con Enrich, viejo conocido del Eibar y uno de sus más fuertes apoyos en el vestuario del Oviedo. Bastón no lleva malas cifras anotadoras: dos goles en siete jornadas, pero los dos han sido de penalti y, salvo alguna ocasión suelta, casi no ha tenido opciones de gol en jugada.
El ariete es el principal damnificado de la sequía ofensiva del Oviedo –solo tres goles– pero tampoco él mismo ha estado atinado en este inicio de Liga. ¿Qué ha cambiado en su rendimiento respecto al curso pasado? Sus números son parecidos, aunque hay un detalle. Bastón proba suerte desde posiciones más lejanas que el año pasado, según datos de Dirfut. El curso pasado todos sus goles llegaron desde dentro del área. En el actual Bastón tira bastante (18 veces), el cuarto de la Liga, pero no tiene tantas oportunidades de remate.
Ha disparado 11 veces fuera, solo superado en ese aspecto por Chris Ramos, del Lugo. El capitán ha chutado cinco veces a puerta (dos de ellas han sido gol). Además, de momento pierde más duelos y posesiones que el curso pasado. Hoy intentará cambiar la dinámica. Con la moral alta después de recibir esta semana el trofeo de máximo goleador, Bastón está ante la ocasión de romper su mala racha y la del Oviedo.
El club espera su mejor versión mientras se cuece su posible renovación con la entidad, un movimiento que empezó personalmente Jesús Martínez, dueño del club. Bastón contó con varios ofrecimientos para dejar el Oviedo, pero apostó por seguir de azul porque según sus más cercanos ve el sueño del acenso muy posible. Para ello, el equipo necesita sus goles. La afición los espera.
