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Adolfo Pulgar, "escuela de vida": una amena charla entre sus pupilos que ahora son entrenadores

Exjugadores del histórico técnico que ahora entrenan recuerdan con cariño su figura

Una imagen del acto en el Aula Magna de la Universidad. | Luisma Murias

Emilio Cañedo, entonces cadete del Oviedo, recibió la invitación de su técnico, Adolfo Pulgar, para llevarle a casa tras el entrenamiento. "Cañedín, ¿cuántos tipos de pájaros conoces?", le soltó según se acomodó en el asiento. "No sé, míster. La gaviota…", trató de reaccionar el chaval. "No tienes ni idea. Hay tres. Está el buitre carroñero, que va cogiendo los restos, lo que sobra. También el aguilucho, que caza, pero piezas pequeñucas. Y luego, el águila real. Que se lanza a por su presa con decisión, sin dudar", explicaba ante la mirada desconcertada de su pupilo. Tras una pausa, culminó: "Cañedín… ¡yo soy un águila real!".

La anécdota del actual entrenador del Avilés provocó la carcajada de los presentes en el Aula Magna de la Universidad, hasta arriba para recordar al histórico entrenador que dejó su poso en el Universidad de Oviedo de fútbol. Junto a Cañedo, estaban en el estrado los también entrenadores y alumnos de Pulgar: Hernán Pérez (Lugo), Tomás Hervás (segundo del Sporting), Jaime Álvarez (Vetusta), Manolo Simón (Covadonga), Oli (exMarino) y Emilio Pertierra (Uni). Miguel del Valle, delegado del Rector para la Coordinación Biosanitaria y de la Salud, presentó un acto que fue coordinado por el periodista de LA NUEVA ESPAÑA Nacho Azparren.

Se trataba de glosar una figura irrepetible que falleció en 2019. Un ejemplo en el césped y más allá. "Más que ‘Adolfo Pulgar, escuela de entrenadores’ la charla debería llamarse ‘Adolfo Pulgar, escuela de vida’". Sus enseñanzas iban más allá de los futbolístico defendió Oli. "Más que un entrenador, un padre", coincidió Jaime. "Además, era un adelantado. Abelardo siempre dice que fue el mejor profesor del curso de entrenadores que tuvo nunca", reveló Tomás.

El acto, en el que reprodujo con un video grabado el rector Ignacio Villaverde, congregó a multitud de exjugadores del Uni. También estuvieron representados los dos clubes más representativos de la región. Carlos Muñoz, Manolo Paredes y Miguel Sanz, por el Oviedo; Joaquín, del Sporting. También su viuda, Elena García, visiblemente emocionada.

Las anécdotas trufaron el acto. Emilio Pertierra recordó aquellas pretemporadas con el Uni y la sanción que imponía Pulgar a los que salieran de noche. Él le coló un billete de mil pesetas en su habitación en una multa por adelantado: "Se volvió loco para encontrar al que lo había hecho". Simón rememoró su primera experiencia con el técnico, en cadetes: "Le dijo al capitán que si le ganaba una carrera invitaba a una cena. Pulgar dio la salida, le dio un golpe al chaval y ganó". Hernán contó cuando se rompió un dedo y Pulgar trató de curarle. Ante el dolor intenso de Hernán, Pulgar concluyó. "Pues sí, sí. Está roto".

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