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Camarasa, con el Betis.Javier Zorrilla

Una jornada de infarto en el Oviedo: Camarasa llegó sobre la bocina y Morro no fichó porque Presa no contestó al teléfono

El club azul cerró un único movimiento: el fichaje del pivote del Betis

El Oviedo vivió ayer un último día de fichajes muchísimo más movido de lo que se esperaba. Fue una jornada frenética que acabó con un único movimiento que se activó en las dos últimas horas del mercado: el fichaje del mediocentro Víctor Camarasa, de 28 años, que rescindió con el Betis y llega al club azul hasta junio. Se trata de un fichaje arriesgado, ya que el pivote lleva sin jugar desde abril de 2022 por una lesión de rodilla de la que ya está recuperado, pero Pachuca consideraba que al equipo le hacía falta un medio creador y ha apostado por el jugador.

La opción de Camarasa apareció sobre la bocina y se hizo a contrarreloj. Era un movimiento con el que no se contaba en el club hace pocos días. Jesús Martínez, dueño del Oviedo, supervisó la operación desde México y Martín Peláez, Agustín Lleida y Roberto Suárez hicieron el papeleo en Asturias. Lo esencial: el Oviedo tiene un nuevo medio organizador, algo que según la dirección deportiva está echando de menos. Camarasa nunca ha jugado en Segunda División. Estuvo en el Levante, pasó por el Alavés, por varios equipos de la Premier y lleva tres temporadas en el Betis, donde ya no contaba. El curso pasado jugó siete partidos.

En un cierre de mercado de vértigo, con los directivos en las oficinas hasta medianoche, el Oviedo se quedó sin fichar a Miguel Ángel Morro, portero del Rayo Vallecano que iba a llegar para sustituir a Tomeu Nadal, que tenía un acuerdo con el Tenerife. Al final, nada de lo anterior pudo cumplirse porque, según varias fuentes consultadas, Martín Presa, el presidente del club madrileño, estuvo ilocalizable durante varias horas, sin contestar al teléfono hasta poco antes del cierre del mercado. La operación, debido también al poco margen que había de maniobra, no se pudo documentar a tiempo pese a haber un acuerdo entre todas las partes implicadas. El Tenerife lo tenía hecho con Tomeu y el Oviedo esperaba a Morro, pero cuando el Rayo inició las gestiones "ya no había tiempo físico para llevarlo a cabo", explica una fuente implicada en la operación.

El principal damnificado es Tomeu Nadal: acaba contrato en junio y lo tenía hecho para salir del Oviedo y firmar un contrato de un año y medio. El Tenerife, además, estaba dispuesto a pagar una cantidad al Oviedo por su traspaso.

Los acontecimientos se precipitaron a primera hora de la mañana, justo antes del entrenamiento del Oviedo, en el que Tomeu participó. El Tenerife se lanzó a por su fichaje el lunes y el mallorquín vio bien la posibilidad desde un primer momento. En su decisión de salir del club pesaban varios factores. El primordial, el deportivo. Tomeu quiere minutos y considera que en el Oviedo tendrá muy complicado quitarle el puesto a Braat. El segundo motivo es el futuro. El portero finaliza contrato con el Oviedo en junio de este año y el club azul ya le había trasladado que su intención es no renovarle. El Tenerife, en cambio, le ofreció un contrato de un año y medio: hasta junio de 2025.

Tomeu vio bien la opción porque, aunque no contaba con salir del Oviedo, su postura pasaba por quedarse en España pasase lo que pasase. De hecho, el meta desoyó dos ofertas del fútbol extranjero en los primeros días de enero. Todo cambió con el interés del Tenerife. Tomeu pidió a la entidad dejar el equipo azul y el club puso condiciones: dinero por su traspaso y tener amarrado un sustituto de garantías. El Oviedo peinó el mercado y la primera opción fue Ander Cantero, suplente del Eibar.

El club azul habló con el portero, pero el acuerdo fue imposible por lo económico y la negociación se rompió a primera hora de la tarde. La segunda opción era Miguel Ángel Morro, joven portero de 23 años del Rayo Vallecano, al que el Oviedo ya había sondeado hace días. Las negociaciones empezaron alrededor de las 19.00 horas. Morro veía bien recalar en el Oviedo como cedido y en el club azul encajaba a la perfección.

Las partes se pusieron de acuerdo, pero faltaba saber la postura del Rayo. Los directivos llamaron varias veces a Martín Presa y a varios directivos del club madrileño y no hubo respuesta. La sensación en las dos partes, jugador y club, era de incredulidad. Desde el entorno del jugador se lamentaban por haber empezado a negociar tan tarde, con pocas horas por delante. Tomeu estuvo esperando hasta el final, pero cuando el Rayo contestó ya no daba tiempo a cerrar el papeleo. Tomeu estuvo todo el día pendiente de las negociaciones para poder irse al Tenerife, algo que finalmente no sucederá. Acabará su contrato con el Oviedo.

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