La increíble historia de Rafa Mujica: de 52 minutos en el Oviedo a hacer historia en Portugal

Su fichaje fue una apuesta muy personal del malogrado Francesc Arnau que nunca llegó a cuajar. El director deportivo azul apostó en el verano de 2020 por un delantero canario que llegaba del sub-23 del Leeds United para darle más mordiente al Oviedo del Cuco Ziganda. Pero no se ganó su espacio en el equipo y abandonó Asturias a los 5 meses. Tres temporadas después de aquello, el nombre de Rafa Mujica (Las Palmas de Gran Canaria, 1998) es uno de los que está más de moda en la Liga portuguesa.

Mujica acumula esta temporada 18 goles con el alegre Arouca, séptimo en la máxima categoría lusa. Y con esa cifra ya ha conseguido convertirse en el español que más tantos ha anotado en una temporada en Portugal durante el siglo XXI. La cosa no se detiene ahí. Con 6 partidos por delante, el ex del Oviedo quiere superar el registro del gallego Victoriano «Picho», que firmó 21 dianas con el Sporting de Covilhã en la campaña 1955-56.

El delantero del Arouca, que la pasada jornada anotó un doblete al Braga, ha superado el registro del valenciano Fran Navarro –cedido por el Oporto al Olympiacos–, que con el Gil Vicente marcó la temporada pasada 17 goles.

Mujica, a sus 25 años, es una de las revelaciones de la Liga lusa en su segunda campaña en Portugal, donde forma un letal tridente ofensivo con el tinerfeño Cristo González (ex del Sporting) y el gallego Jason Remeseiro, que suman 40 dianas entre los tres en todas las competiciones.

El ariete ocupa actualmente el tercer puesto de la tabla de goleadores de la actual Liga, por detrás del franco-congoleño Simon Banza (Braga) y del sueco Viktor Gyökeres (Sporting), con 21 y 22, respectivamente.

Los números contrastan con los que ofreció en su momento en Oviedo, donde solo participó en 4 partidos de Liga y uno de Copa con Ziganda a los mandos. Su participación en Segunda se quedó en 52 minutos. En Copa sí tuvo su momento, anotando un doblete en el triunfo ante el Coria (2-3). Después, salió rumbo a Las Palmas, con escasa suerte, y de ahí a Portugal.

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