Carrión quiere recuperar la sonrisa de sus futbolistas: "Si el rival nos ve cabizbajos dice: ‘A este me lo como’"

El Oviedo prepara la cita de Cartagena intentando pasar página del bloqueo ante el Mirandés y con reformas obligadas en el centro del campo

Carrión conversa con Domingo Cisma. | Miki López

Carrión conversa con Domingo Cisma. | Miki López / Nacho Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Hay dos recuperaciones después de un mal resultado, de uno decepcionante, como el que firmó el pasado domingo el Oviedo ante el Mirandés. Uno, el futbolístico; otro el anímico. Y Luis Carrión, que siempre trata de estar pendiente de todos los detalles, es de los que da igual importancia a ambas áreas. Como si todo estuviera relacionado. Habrá un estudio futbolístico de por qué el Oviedo se atascó ante el Mirandés, pero también hay explicaciones psicológicas que tienen que ver con ese miedo a perder lo conseguido que ya apuntó el entrenador minutos después del empate. Por eso, en la sesión de ayer, intensa como es habitual en El Requexón, Carrión incidió mucho sobre el aspecto anímico. "¡Hablad!", fue la orden más repetida durante la hora y media de trabajo sobre el verde.

Fue una sesión similar a la de otras semanas, de ejercicios de posesión en espacios reducidos con tres equipos. De juego rápido y presión del que no tiene la pelota. Pero tras un inicio con algunos fallos, el técnico paró el ejercicio para apretar a sus jugadores.

Después, en un segundo descanso del trabajo fue cuando incidió en la idea de que el equipo necesita tener una mejor comunicación. "Hay que hablar con el compañero. ¡Hablad! Que el rival nos escuche todo el partido y diga: ‘¡qué pesado!’. Si me ve así (el entrenador imitó un gesto cabizbajo) el rival dice ‘a este me lo como’", les indicó de forma enérgica a sus compañeros.

Insistir en esa comunicación se entiende en el contexto en el que avanza el Oviedo, con la sexta plaza de momento en su poder, pero con la sensación de que el pasado domingo dejó pasar una oportunidad única de asentarse en la zona noble y, de paso, acercarse de forma importante al ascenso directo, palabras mayores.

Pero la impredecible Segunda División siempre ofrece nuevos caminos y el de esta semana apunta a Cartagonova, ante un rival necesitado, con problemas de resultados en su feudo (es el peor local de la categoría, con solo 6 victorias en 17 partidos ante su gente), pero que no le pondrá las cosas sencillas a los de Carrión, que jugarán ya el lunes (20.30 horas) conscientes de lo que han hecho todos los rivales directos. Ganar significaría seguir otra semana en puestos de play-off de ascenso y supondría un importante paso en las aspiraciones de un equipo que se presenta en el sprint final en la posición más ilusionante de los últimos años. La idea es que no decaiga esa fe en un equipo con una clara trayectoria al alza en los último meses.

Sin novedades en el parte

La sesión avanzó con normalidad y terminó con una larga charla entre Carrión y Oier Luengo a pie de césped, mientras los atacantes ejecutaban algunas finalizaciones. Borja Bastón volvió a dejar verse sobre el césped, aunque siempre al margen del grupo. Encara la recta final de su recuperación, pero sigue faltándole para entrar en la rutina del equipo. Además, siguen formando parte de la lista de lesionados Mario Hernández, Rodri Tarín, Camarasa, Luismi, David Costas y Santi Cazorla. No se esperan novedades con ninguno de ellos de cara a la cita del próximo lunes.

Con Luismi fuera un par de partidos, ahora la principal labor de Carrión será la de encontrarle un sustituto de garantías. Todo parece indicar, los precedentes también, que será Jimmy el encargado de hacer olvidar al hombre del casco.

El canterano ha sido el elegido siempre que Luismi se ha quedado fuera de algún partido por problemas físicos. Y lo ha hecho cubriendo el expediente a un nivel notable. Los problemas en el medio aumentan si se tiene en cuenta que tampoco están sanos para viajar a Cartagena ni Camarasa ni Santi Cazorla, que también ha jugado alguna vez en el centro del campo.

Homenchenko ofrece la alternativa de más físico, aunque el uruguayo apenas ha disfrutado de un puñado de minutos y no ha sido titular. La versión ofensiva sería la de colocar a Seoane en el doble pivote, pero parece una solución más encaminada a determinados momentos del partido que a funcionar desde el inicio.

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