Mario Hernández, una recuperación en la sombra y una cláusula no cumplida en su contrato

Tal fue la mala fortuna en la lesión de Mario Hernández que hasta los más próximos instan a mirar hacia adelante y no darle más vueltas. Sucedió en una de las últimas acciones de un entrenamiento en El Requexón y sirvió para engordar a tres los casos de ligamento cruzado roto en el Oviedo. Aquel, lejano ya, 15 de septiembre de 2023 se inició para el lateral una carrera de fondo, al margen de los focos, que ahora llega a su fin.

Hay mucho trabajo en la sombra para recuperarse de una lesión de esas características para un futbolista de primer nivel. Así fue en el caso de Mario, que se operó en 3 de octubre en Madrid. Por recomendaciones de excompañeros se puso en las manos del doctor Leyes, un traumatólogo de prestigio.

El madrileño se instaló en la vivienda de sus padres para una primera fase de la recuperación en la que todo es más complicado, pero no tardó en regresar a Oviedo. Dicen desde su entorno que deseaba sentir de cerca el vestuario, sentirse futbolista en el día a día. El 16 de enero, cuatro meses después de la desgracia, ya se le pudo ver pisar el césped. Pero no todo estaba hecho. Quedaba mucho por remar.

"Ha habido días malos, claro. Días en los que tenía una dolencia o que tenía que parar unos días y ahí te asaltan las dudas, es inevitable. Pero Mario lo ha llevado con mucha profesionalidad", señalan desde su entorno. Tras una reintegración con el grupo llevada a cabo de forma progresiva, Mario ha trabajado en los últimos días con normalidad y su recuperación es un hecho. Tiene el alta médica pero le falta el ritmo de competición que sí tienen sus compañeros. Y eso, en un defensa, es un obstáculo más complicado que para los que ocupan otras posiciones en el campo. Pero contar para Carrión ya es para Mario una gran noticia.

Futuro incierto

La lesión ha truncado su primera experiencia en el Oviedo y también afecta a su futuro más inmediato. Al menos desde el punto de vista contractual. Mario Hernández se comprometió el pasado verano con el Oviedo tras salir del Rayo Vallecano y firmó por una temporada y otra más condicionada a un objetivo: jugar al menos 25 partidos con más de 45 minutos en cada uno de ellos. Por culpa del grave infortunio. se ha quedado lejos de la cifra pactada y hasta la fecha solo ha cumplido con tres encuentros.

Ahora serán club y futbolista los que se sienten a hablar al término de la temporada para saber cuáles son los planes. Hasta la fecha, no ha habido conversaciones ya que el Oviedo espera a ver el desenlace de la competición antes de tomar cualquier tipo de decisión sobre el futuro de la plantilla.

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