Todo en contra del Oviedo: derrota en Cornellá (2-1) en un partido marcado por el VAR

Los de Carrión, a los que les anularon dos goles y les señaló el videoarbitraje un penalti en contra, pierden una oportunidad de oro de cara al play-off

Nacho Azparren

Nacho Azparren

¿Cómo explicar el partido que se le escapó al Oviedo en Cornellá? La más directa, mirar al VAR, decisivo en dos acciones que fueron en contra de los de Carrión. Parece que siempre que el colegiado hace el gesto de la pantalla, viene una desgracia para el Oviedo. Luego iremos a las jugadas en concreto. También se puede señalar a la mala fortuna. Solo así se explica que solo lograra un gol tras una magnífica primera mitad. Habrá parte de crítica, también: un exceso de ímpetu en el área, un marcaje defectuoso. Ahora que cada detalle cuenta, al Oviedo le vinieron todos en contra, uno detrás de otro, para chafar un choque más que notable en Cornellá. Y eso, el resultado (derrota 2-1), es lo que queda cuando el calendario apunta hacia el final de temporada.

Espanyol
alt text
2 1
Real Oviedo
alt text

0-1, min. 23: Luengo. 1-1, min,. 32: Braithwaite (penalti). 2-1, min. 64: Cabrera.

Alineación Espanyol

Joan García (2);
El Hilali (1), Gómez (1), Cabrera (2), Oliván (1);
Puado (1), Aguado (1), Bare (1), Roca (1);
Braithwaite (1), Pere Milla (1).

CAMBIOS

Rubén Sánchez (1) por Oliván, min. 56.
Bauza (1) por Roca, min. 64.
Víctor Ruiz (1) por Pere Milla, Gastón (1) por Puado y Gil por Aguado, min. 81.

Alineación Real Oviedo

Leo Román (1);
Viti (2), Luengo (2), Calvo (1), Pomares (1);
Seoane (2), Colombatto (1);
Masca (1), Cazorla (3), Borja S. (2);
Alemão (1).

CAMBIOS

Paulino (2) por Masca y Dubasin (1) por Borja S., min,. 65.
Bretones (1) por Pomares y Bastón (1) por Colombatto, min. 77.
Millán (1) por Alemão, min. 86.


Lax Franco (comité murciano). Amonestó a los locales Roca, Oliván y a los visitantes Colombatto

Stage Front Stadium: 23.330 espectadores, con unos 300 oviedistas en la grada.

Si se le pedía al Oviedo un paso adelante, una muestra de personalidad, lo dio desde el primer minuto, dueño y señor de todo lo que pasaba sobre el terreno de juego. El equipo estuvo bien plantado, consciente de dónde le podía hacer daño al Espanyol y, además, contó con la varita, más entonada que nunca, de Cazorla. La primera mitad fue de los de Carrión.

Ya desde el primer minuto. O del segundo: cuando el colegiado anuló por fuera de juego un cabezazo de Masca a centro de Borja cuando el partido aún desperezaba. No le sirvió el susto al Espanyol para quitarse las sábanas de encima, superado por un Oviedo magistral. Duro en la disputa y con ideas para desplegar su fútbol.

Además, encontró el equipo azul -de negro en esta ocasión- otro motivo para achicar a su rival: el balón parado. No hará falta decir quién es el jefe en estas lides. A los 12, primer susto: centro de Cazorla y remate de Calvo cerca del poste. De inmediato, Pomares encontró a Colombatto y esté sirvió al área pequeña, pero faltó un compañero que la empujara. A los 21, una jugada sensaciones. Cazorla cambió el juego aquí y allá, siempre al pie, claro, y la acción se aceleró, tras una sucesión exacta de pases, cerca del área cuando Pomares la puso de empeine y Masca cabeceó picado. Pero Joan García chafó la candidatura al gol de la jornada.

Hubo que esperar al minuto 23 para encontrar, por fin, el premio. Era más que merecido. Salió de la bota de Cazorla, por supuesto. Con la derecha esta vez. Cabeceó Luengo muy cerca de la línea para liberar la alegría carbayona.

Ahí estaba un atajo al éxito que el Oviedo no supo, o no pudo, aprovechar. Porque la ventaja solo duró 7 minutos. Colombatto entró con fuerza y los dos pies a Pere Milla en el área, zona de conflicto que siempre conviene evitar. Toca el balón, pero después el pie del delantero. El colegiado, Lax Franco dejó seguir, pero su colega en el VAR, Moreno Aragón le llamó al orden. Tenía la tarde juguetona. El colegiado principal rectificó su primera idea tras el visionado y señaló penalti que Braithwaite no dejó escapar para igualar.

Tampoco ese accidente, porque así lo pareció, alteró el guion, con un Oviedo muy cómodo. Más de lo esperado, sinceramente. Pudo golpear el Espanyol en una acción extraña, con Seoane atendido en la banda y un hueco sin solventar, pero el que dio fue el equipo visitante. La puso Cazorla desde el córner, esta vez con la zurda, y cabeceó Calvo a la red.

Cuando se esperaba la reanudación del juego, ya con la celebración agotada, el colegido se llevó la mano a la oreja y el oviedismo se echó a temblar. La jugada sería invalidada tras otra intervención de Moreno Aragón, dispuesto a convertirse desde su pequeña sala en el rey del partido. La explicación de la jugada a grandes rasgos es que un dedo gordo de Alemão estaba adelantado y su presencia -la del brasileño y su dedo- habría condicionado el intento de despeje de un defensor espanyolista. No lo vean como una exageración sino como una descripción de los hechos.

También a eso se sobrepuso un Oviedo neutralizado más por el videoarbitraje que por su rival. Al descanso, los carbayones habían traducido su superioridad en un 1-1 con dos goles anulados y dos intervenciones del VAR en contra.

Salió la segunda mitad con algo menos de ritmo, como si el Espanyol pretendiera quitarle revoluciones al asunto. Parecieron más cómodos los locales, que hicieron aparecer a Román con un despeje comprometido. También quedaban espacios a la espalda espanyolista. Alemão lo comprobó tras otra gran jugada visitante, pero se enredó en los recortes en vez de disparar.

Llegó el bofetón en una acción no esperada: desde la esquina. Era el Oviedo el que asustaba a balón parado hasta entonces. Pero Cabrera eludió la marca y cabeceó en el primer palo para batir a Román y obligar a los de Carrión a otro esfuerzo extra.

Reaccionó Carrión introduciendo a Paulino y Dubasin por Masca y Borja. Pero le costó al Oviedo, mucho más impreciso que en el primer tiempo. Además, el Espanyol empezó a encontrar espacios. Braithwaite rozó el tercero desde la frontal.

Y siguió porfiando el Oviedo, al que no se le puede reprochar nada. Ya con Bastón y Bretones. Después, con Millán,. Pero la sensación es que el partido se le había ido antes. En el VAR por ejemplo. En la falta de acierto en los últimos metros. En los detalles, en suma. Algo que puede ser decisivo a estas alturas de la película.

Suscríbete para seguir leyendo