El Oviedo no sintoniza el VAR: así actuará el club tras el último escándalo arbitral

Las decisiones de Cornellá se unen a la larga lista de una temporada con varios errores en contra - El club, en contacto con el CTA aunque sin haberse reunido físicamente, opta ahora por un perfil bajo

Asi fue el partido Espanyol- Real Oviedo

Asi fue el partido Espanyol- Real Oviedo / Área 11

Nacho Azparren

Nacho Azparren

A la primera mala sensación con los arbitrajes, allá por febrero y tras el derbi, el Oviedo optó por pedir explicaciones en privado pero silencio en público. Tras el penalti no señalado a Borja ante el Tenerife, desde el club se filtró que había solicitado una reunión con Medina Cantalejo, pero no se llegó a concretar. Y ahora, tercer tsunami de la temporada, la intención es la de mantener el perfil bajo, no hablar de los árbitros y centrar el foco en lo deportivo, donde hay demasiadas cosas en juego.

La vuelta de Barcelona sirvió para rumiar la dolorosa derrota sufrida en Cornellá en grupo. La plantilla, el cuerpo técnico y los directivos Martín Peláez, Agustín Lleida, Roberto Suárez y Carlos Muñoz regresaron vía aérea con la firme intención de olvidar lo sucedido y, desde ya, tratar de que el ruido no altere el trabajo diario de la plantilla. Para esa labor se confía ciegamente en la labor de un Carrión que en este aspecto se ha encargado de marcar el camino.

Tampoco habrá más contactos con el Comité Técnico de Árbitros (CTA). Sí hay una relación cordial y constante con Medina Cantalejo, el presidente, cuentan desde el club. Pero no habrá otro intento de reunión en la sede de los árbitros.

Ya se intentó una vez, tras el agarrón no señalado a Borja Sanchez. Entonces, el club contactó con el CTA para pedir un encuentro y Medina Cantalejo aceptó, pero dejando la fecha para más adelante por asuntos de agenda. En realidad, es una práctica habitual en el órgano que gobierna a los árbitros, que suele dejar que pasen unas semanas después de una polémica antes de recibir a un club para que así se enfríen las cosas. Pero en el caso azul nunca se llegó a fijar una fecha concreta.

Visto lo visto, se considera en el Oviedo que lo más acertado es tratar las decisiones en contra como otro obstáculo a superar, los palos en las ruedas a los que se refería Carrión el lunes, y tratar de triunfa en las dos últimas pruebas que pueden darle al Oviedo el premio más goloso en mucho tiempo: un play-off de ascenso.

Será al final de temporada cuando toque analizar todo lo sucedido y sacar conclusiones, pero parece claro a estas alturas que el saldo arbitral del Oviedo en la presente campaña es más que negativo.

Hay jugadas que son difíciles de olvidar. Dos del último derbi en El Molinón, por ejemplo. Una entrada a Moyano sobre la línea que el VAR situó fuera y un golpe a la bota de Paulino que el videarbitraje consideró digno de ser vuelto a ver pero que el colegiado entendió que no era suficiente para señalar penalti.

Precisamente esa "valentía", como señala Carrión, de los colegiados con el Oviedo ya ha servido para ver en la misma temporada dos decisiones refrendadas por el colegiado de turno a pesar de los consejos de su compañero en la sala VOR. Una, la ya comentada sobre Paulino. Otra, más reciente: un agarrón a Borja en el área del Tenerife que Sánchez López no consideró pena máxima ni con todas las repeticiones a su alcance. Extrañaron mucho las dos jugadas, pero no han sido las únicas que han hecho crecer el enfado.

Ya con Cervera hay un malestar gigantesco en la visita al Levante, con una rigurosa roja a Colombatto y un penalti no señalado sobre Masca. Y está el gol anulado a Seoane en Santander por una supuesta infracción previa (mucho antes) de Luengo. O las rojas al proiio Luengo ante el Racing y a Homenchenko, en Cartagena. Son solo algunos de los ejemplos especificados en el club de los últimos meses.

El enfado de Cazorla. Hasta el siempre políticamente correcto Santi Cazorla mostró su asombro por lo sucedido el lunes. "Todo nos viene en contra este año, no estamos teniendo suerte. Son cosas que no podemos controlar". El internacional, que demostró tener cuerda para rato, explicó que "al árbitro le pregunté con todo el respeto. Y él me dice ‘no te lo puedo decir, pero me dicen que hay una acción polémica’. Veo que va al VAR y mira el fuera de juego posicional. Fue una sensación de incredulidad. No puedes controlar esas cosas. A seguir porque tenemos personalidad".

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