La fiesta de El Bollo nació en 1893, de la mano del doctor Claudio Luanco, coincidiendo con el momento de mayor crecimiento y modernización de la ciudad del siglo XIX. La idea era celebrar la Pascua Florida, fin de la Semana Santa y sus restricciones; y hacerlo de una manera lo más popular posible. Así, en la fonda La Serrana, por entonces ubicada en lo que hoy es el pasaje de El Bollo –no confundir con el restaurante de La Fruta–, se constituyó la cofradía de El Bollo, la entidad que desde entonces salvaguarda la esencia de unos festejos que comenzaron con un humilde desfile de carrozas y un reparto de bollo –mantecado– y vino, que hoy se ha convertido en todo un referente festivo a escala regional y nacional que cada año, pandemia aparte, congrega a miles de personas.

Arriba, la actuación de “Morricone Pop Orchestra” el pasado miércoles; a la derecha y arriba, la “Orquesta Céltica Asturiana” y maquetas de carrozas del Bollo expuestas en un centro comercial; en el recuadro, la pianista Noelia Rodiles. | Ricardo Solís / Mara Villamuza / Ángel González

Con el paso de lo años, la fiesta fue medrando: en popularidad y en actos. Tanto, que llegó a saltar un día en el calendario un día, hasta ocupar el Lunes de Pascua. Paralelamente también nació la revista “El Bollo”, un espacio plural por donde han pasado una gran variedad de firmas para hablar de la propia fiesta y cualquier tema relacionado con ella; comenzaron a nombrarse reinas y reininas –hoy xanas y xaninas– de los festejos; aumentó considerablemente el número de participantes en los desfiles.... Por todo ello fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1972.

La fiesta nació en 1893 en la fonda La Serrana impulsada por el médico Claudio Luanco

Coincidiendo con el primer centenario de El Bollo, en 1993, la actual alcaldesa, Mariví Monteserín, que por entonces era concejala de Festejos, propuso la organización de un banquete popular, la Comida en la Calle. Igual que la iniciativa planteada por Claudio Luanco en La Serrana cien años antes, la propuesta cuajó. Y de qué manera. La cita se ha convertido en todo un referente festivo a escala regional. En 2017, cinco notarios contratados por el Ayuntamiento contabilizaron 11.836 comensales en los largueros instalados por el Ayuntamiento, lo que supuso el récord del mundo en un banquete popular de estas características. Además del convite, la celebración incluye un concurso de fabadas. Los Xagós de Miranda cocinan en estas fechas una fabadona de más de 3.000 raciones.

De desfile con un carro a “fiestón” multitudinario

Este crecimiento sufrió un frenazo en seco el año pasado. El Bollo pilló a los avilesinos en pleno confinamiento nacional para tratar de frenar los contagios de coronavirus, por lo que la fiesta tuvo que reducirse a lo que cada uno celebrase en su casa o a través de las redes sociales. Fue especialmente llamativa la celebración de la Comida en la Calle, compartida por miles de avilesinos a través de sus redes sociales.

Coincidiendo con el centenario de los festejos surgió la Comida en la calle

Aunque las restricciones son más blandas, este año la pandemia volvió a dejar a los avilesinos sin fiestas. Al menos, como todos las habían conocido hasta ahora. Por supuesto, la medidas para tratar de evitar contagios impidieron la celebración de grandes citas como la Comida en la Calle o los desfiles. La programación ha quedado restringida a seis conciertos con público reducido (“Morricone Pop Orchestra”, “Trío Zebaze”, agrupación polifónica “Centro Asturiano”, Noelia Rodiles y Gabriel Méndez, Héctor Braga y “Orquesta Céltica Asturiana”), una exposición de maquetas de carrozas en establecimientos locales y dos galas retransmitidas a través de internet.

La programación de este año reducida a conciertos y actos a través de internet

También se logró editar la revista “El Bollo” –número 125–, con portada de Amado González Hevia, “Favila”, en la que se conmemora la llegada del tranvía eléctrico a Avilés, hace ahora un siglo.

De desfile con un carro a “fiestón” multitudinario

De desfile con un carro a “fiestón” multitudinario