P. LLANA

Langreo

Tras más de 20 años, entrenando a los jugadores del Alcázar Club de Fútbol en distintas categorías, Roberto Santana, casi tres décadas volcado en enseñar fútbol a niños y jóvenes, se despide del equipo con palabras de agradecimiento: “Pues lo positivo de estos años entrenando en el Alcázar es la gente que conoces y con las que llegas a establecer lazos de amistad”. En su etapa en el equipo siempre se encontró a gusto, “pues deportivamente es un club muy atractivo, con equipos en buenas categorías. Siempre me dejaron hacer el trabajo sin intromisiones, confiaban en mí y me siento identificado con los valores que el club aplica que son respeto, compañerismo, compromiso y sacrificio”.

Para el entrenador “lo que más llama la atención en estos años en el Alcázar es la gran familia construida alrededor del club que con trabajo altruista, tanto en primera como en segunda linea, hacen que el Alcázar siga adelante y sea una de los clubs de Asturias referencia en el fútbol base. Todo ello se pone de relieve en la espicha anual que se organiza”.

Jugadores en las categorías de alevines, cadetes y juveniles se formaron con los conocimientos del fútbol de Roberto Santana, que se despide del Alcázar “con un recuerdo especial para dos personas que ya no están con nosotros y dejaron huella en el club, como Eduardo Iglesias, presidente o “Chilaveru”, que me acompañó como delegado-directivo en encuentros de la Liga Nacional. Son personas que trabajaron mucho y bien por un equipo que deja huella en todos los que pasan por el mismo por su categoría deportiva y humana”.