Faustino López: "Nietzche me ayuda a interpretar la escultura cinética"

La Casa de las Artes de Bueño acoge, hasta el 27 de abril, una muestra con casi 50 obras del autor leonés que evocan la "ligereza y el vuelo"

En el centro, de rojo, Faustino López, dando explicaciones en plena visita guiada.

En el centro, de rojo, Faustino López, dando explicaciones en plena visita guiada. / Fernando Rodríguez

"Lo pesado se vuelve ligero". Es el nombre de la nueva exposición que ayer se inauguró en la Casa de las Artes de Bueño, en Ribera de Arriba, en la que la filosofía de Nietzche se da la mano con la estética del ingeniero Alexander Calder. La culpable es la visión del artista y filósofo leonés Faustino López. El resultado es una muestra de 35 esculturas cinéticas –móviles– y 13 pinturas del fondo de armario del creativo. "El título es un homenaje a mi filósofo favorito, Nietzche, que dice ‘que mi alfa y mi omega sean que todo lo pesado se vuelva ligero, todo el cuerpo bailarín y todo espíritu pájaro’". López asegura que la filosofía del pensador alemán le ayuda a "interpretar la escultura cinética".

La presentación de la selección de obras se hiló a través de una visita guiada que corrió a cargo del propio autor y a la que asistieron una treintena de personas. "Las esculturas estuvieron durante milenios petrificadas y muy pesadas", explicó el autor como introducción al origen de su estilo de diseño, que tiene como referencia a Alexander Calder. En los años 30, este escultor estadounidense se fijó en las hechuras de las piezas del holandés Pier Mondrian.

"Básicamente, mantuvo su obra, pero le dio movimiento y una mayor redondez", prosiguió López mientras mostraba la primera de las obras del circuito. Sobre un piano de madera reposaba la pieza más pequeña de la exposición, llamada "El equilibrio de las flores".

Una de sus esculturas favoritas es "Jugar en el cielo". Tiene una base de acero inoxidable y está formada por varillas plagadas de piezas de PVC que imitan a las estrellas. También hay una esfera plateada, que hace de contrapeso y asume el papel de astro rey. Al darle un ligero toque con los dedos, todo el firmamento se mueve. "El objetivo es la livianez y jugar con la gravedad y el vuelo", confirma el artista.

Los cuadros siguen el estilo y transmiten inocencia y tranquilidad. "Hay quien también dice que ingenuidad", apunta López. Por ejemplo, la obra "Nubes ascendentes en paz" es prácticamente un retrato de sus estatuas plasmado sobre lienzo.

Todas las obras tienen títulos que rebosan optimismo, "en sintonía" con los diseños. "Las descripciones son medio poéticas, medio filosóficas", concreta. En muchas de ellas se cita a Nietzche. El autor busca con ello que "se supere lo pesado, lo aburrido, la tristeza y se transforme en ligereza, alegría y bienestar".

López confiesa que uno de sus amigos le comentó que la palabra más repetida en las cartelas es "alegría". Espera que, si a alguien le gusta más el arte realista, esas explicaciones le ayuden a entender lo que hace y a darse cuenta de que "no está loco del todo", bromea.

"Hoy en día hay miles de escultores cinéticos en el mundo y ahora os toca padecer a uno de ellos", dijo a la treintena de personas que acudieron a la visita guiada, justo antes de perderse por las salas de la Casa de las Artes. La exposición podrá visitarse en la instalación cultural de Bueño entre el 10 y el 27 de abril.