La primera fosa circular de purín de Asturias está en este pueblo de Salas (y da servicio a una ganadería de doscientas cabezas)

"Nos permite optimizar el abono, tiene más capacidad y el purín sale más homogéneo", explica el responsable de Casa Venturo, en el núcleo de Idarga

Vista aérea de la fosa circular junto a la ganadería Casa Venturo.

Vista aérea de la fosa circular junto a la ganadería Casa Venturo. / J. C. F.

La primera fosa circular de purín que se construye en Asturias ya está operativa en la localidad de Idarga (Salas) y da servicio a la popular Ganadería Casa Venturo, que en la actualidad cuenta con 204 cabezas de ganado. Tiene capacidad para 1,3 millones de litros, veinte metros de diámetro y ha sido ejecutada por la firma tinetense Construcciones Tineconsa. "Está llamando mucho la atención", señalan en la explotación salense de esta llamativa estructura cubierta con una lona de color verde.

Trabajos de construcción de la fosa.

Trabajos de construcción de la fosa. / R. T. C.

El responsable de la ganadería, José Carlos Fernández, explica que vio el modelo en Francia y decidió replicar la idea en casa. Cuenta que la fosa que tenían no les permitía acumular el suficiente purín para seis meses, algo que sí es posible con este modelo, que además ofrece facilidades para batir el purín, con lo que el producto "sale más homogéneo". "Queríamos una capacidad de acumulación para seis meses, con la idea de que nos coincida con las siembras de maíz y raigrás. De este modo optimizamos el abono natural y no dependemos tanto de otros abonos", señala este ganadero, que también cría equino de carne. De hecho, es el secretario de la Asociación de Criadores de Ganado Equino de la Montaña Asturiana (ACGEMA).

En la ganadería salense han afrontado una inversión global de 600.000 euros ya que, además de la fosa de purín, han construido un almacén, silos y han adquirido dos robots de ordeño. "Ya está todo operativo", señala Fernández.

Aspecto de la fosa recién rematada.

Aspecto de la fosa recién rematada. / J. C. F.

Casa Venturo acumula muchos años de experiencia, de hecho, la cuarta generación acaba de ponerse al frente de la ganadería con lo que logran el ansiado relevo generacional, caballo de batalla para muchas explotaciones. Se trata de la hija y el yerno de José Carlos, ambos menores de treinta años. Cuenta el ganadero que el sector está entrando en un momento complicado por la tendencia a la baja de los precios, aunque, reconoce, que "estamos acostumbrados a lidiar con momentos dulces y otros malos".